Pide Perú replantear compra de armas y hacer una zona de paz

LIMA, PERÚ (06/JUN/2010).- El presidente de Perú, Alan García Pérez, planteó hoy a la OEA replantear la limitación de la compra de armas, sin sentirse agredidos y ofendidos por nadie, para hacer de la región una "verdadera zona de paz".  

Ante los 33 cancilleres o jefes de delegaciones de los países de la OEA, liderados por el secretario general José Miguel Insulza, García dijo que para ello debe ponerse sobre la mesa, con transparencia, "¿qué es lo que compro y para qué lo compro? ¿Quién amenaza?" 

Rechazó que en la región haya conflictos en ciernes y preguntó a la concurrencia: "¿Dónde está la hipótesis de guerra que estamos manejando para terminar beneficiando a unas cuantas fábricas de armas en el mundo?".  

"Tenemos un sólo camino de esperanza y que se trata de hacer un cambio que comience en nosotros y siga en nuestros gobiernos y nuestros pueblos, y podremos hacer esto que parece un sueño y un milagro: hacer una zona de paz verdadera, y no de paz por equilibrio de armas", dijo.  

García participó esta noche de la inauguración de la 40 Asamblea General de la OEA que durante dos días tratará temas de desarme, seguridad, paz y desarrollo.  

La Asamblea ha sido convocada con el tema 'Paz, Seguridad y Cooperación en las Américas', que abordarán los cancilleres y delegaciones de los países miembros durante el desarrollo de las reuniones, entre el lunes y martes.  

La agenda del evento contempla sesiones de trabajo con temas propios de la convocatoria, como la importancia de promover el control de armamentos y la ratificación de que América Latina siga siendo una zona de proliferación nuclear.  

También serán analizados otros temas libres, como la situación de Honduras, suspendida del grupo en junio de 2009.  

También se hará seguimiento al compromiso de la Carta Democrática Interamericana y a otros temas de interés de la región, como el crimen organizado, el narcotráfico y la seguridad pública.  

Durante la sesión inaugural, el secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, recordó que la crisis económica frenó en 2009 varios años de crecimiento con el consiguiente impacto del ingreso de nueve millones de personas en situación de pobreza.  

Pero en medio de esta crisis, resaltó que la adhesión de la democracia compromete la responsabilidad de los gobernantes, especialmente de aquellos que esperan que en sus países haya un trabajo decente.  

Consideró que más allá de los problemas pendientes reina un clima de optimismo. "Es la hora de la política, entendida como construcción colectiva, dialogo racional y búsqueda de consenso".  

Admitió que los estados latinoamericanos están aun lejos de conseguir muchas aspiraciones porque tienen en contra los recursos financiero para afianzar estas metas.  

Insulza dijo que a pesar de ello la democracia tiene que expresarse en resultados tangibles de la vida cotidiana de los ciudadanos.