Pide Correa a la OEA atender a Latinoamérica

LA PAZ, BOLIVIA (04/JUN/2012).- El presidente de Ecuador, Rafael Correa, criticó hoy a la Organización de Estados Americanos (OEA) por alinearse con los "mandatos de potencias" y le pidió volver los ojos a Latinoamérica, "lejos de Estados y capitales hegemónicos".

Al intervenir en la 42 Asamblea General de la OEA, que se realiza desde la víspera en la ciudad boliviana de Tiquipaya, el mandatario ecuatoriano dijo que el organismo hemisférico enfrenta el reto de "revolucionarse o desaparecer".

Sostuvo que en su historia, el sistema interamericano no ha velado por los intereses de América Latina y el Caribe, "en contraposición a su naturaleza y misión", sino que "aceptó los mandatos de potencias", en alusión a Estados Unidos y Europa.

"Lamentablemente vemos que el sistema interamericano no está al nivel de este cambio de época, sin poder dar soluciones o al menos posturas contundentes y decisivas tales como las colonias en nuestra América. Me refiero a las Islas Malvinas", abundó Correa.

El jefe de Estado denunció además el "embargo criminal que sufre ya por medio siglo un país hermano como Cuba" y deploró que la OEA "se haya cruzado de brazos" ante el golpe de Estado del 2009 en Honduras, que derrocó al gobierno de Manuel Zelaya.

"Históricamente la OEA ha servido como instrumento de política internacional de países hegemónicos como la llamó alguna vez (el ex presidente cubano) Fidel Castro, ha servido como ministerio de las colonias", enfatizó.

Ante los cancilleres de los 34 países del hemisferio, Correa criticó asimismo el actuar del Consejo Permanente de la OEA, en desmedro de los intereses latinoamericanos, porque "muchas veces opera al margen de la dinámica política de la región".

"Incluso sabemos de muchos casos en que los representantes de este Consejo en Washington no respondieron a las visiones políticas de ustedes como ministros de Relaciones Exteriores y menos aún de mis colegas jefes de Estado", abundó el gobernante ecuatoriano.

Advirtió que "si no se supera (la situación actual de la OEA) sería mejor, entonces, tomar otra clase de decisiones por parte de ciertos países miembros aquí presentes".

"No tenemos que negociar nada con ninguna burocracia", aseveró Correa, quien acusó además el "desfase" del sistema interamericano de derechos humanos, al que denunció por "responder a los impulsos de Estados Unidos".

Sostuvo, en ese sentido, que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos "está totalmente influenciada incluso por países hegemónicos incluido de oenegismo y por los intereses del gran capital", sobre todo "aquel detrás de los negocios dedicados a la comunicación".

El presidente de Ecuador deploró, asimismo, que el funcionamiento de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) se sustente con fondos desembolsados por Estados Unidos, pese a que el gobierno de Washington no reconoce su jurisdicción.

A juicio de Correa, ello "condiciona la función y visión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, nos guste o no. Los países de nuestra América tenemos capacidad, por pobres que seamos, para financiar nuestras propias instituciones".