Pasado guerrillero de la presidenta electa brasileña

SAO PAULO, BRASIL (20/NOV/2010).- Cuando fue guerrillera, la presidenta electa Dilma Roussef cuidó un arsenal de armas y municiones de un grupo armado que combatía al régimen militar que gobernó Brasil de 1964 a 1985, dijo el sábado un importante diario que basó su información en documentos militares.

El arsenal incluía rifles Mauser, metralletas, revólveres, dinamita y cajas de municiones que supuestamente fueron robados en junio de 1969 de un cuartel del ejército en el suburbio de Sao Caetano do Sul, en Sao Paulo, afirmó el diario Folha de Sao Paulo que citó archivos difundidos por el Tribunal Supremo Militar.

Mucha de la información contenida en los archivos provino del interrogatorio de disidentes arrestados y torturados durante la dictadura.

Dilma Roussef misma fue capturada y torturada por pertenecer al grupo Vanguardia Armada Revolucionaria Palmares, aunque ella rechaza que hubiera participado en hechos de violencia y asegura que se opuso a las acciones de ese tipo.

El presunto papel que Roussef tuvo como cuidadora del arsenal se describe en un informe que detalla el interrogatorio en 1970 de un rebelde torturado en custodia, dijo el diario.

Las armas fueron descubiertas supuestamente en un apartamento que el grupo armado utilizaba como casa de seguridad en las afueras de Sao Paulo.

Nadie respondió las llamadas telefónicas hechas al Tribunal Supremo Militar con las que The Associated Press buscó verificar la veracidad de la información del diario. La presidenta electa no tuvo declaraciones inmediatas sobre el asunto, dijo la portavoz presidencial Mónica Gugliano.

Cuando tenía 19 años y era estudiante de economía, Dilma Roussef se sumó en 1967 al grupo Vanguardia contrario a la dictadura. Durante tres años contribuyó a dirigir la organización, enseñó teoría marxista a sus camaradas y escribió para un periódico clandestino.

Después de tres años en la clandestinidad, Roussef fue capturada en 1970 por la Policía militar de Brasil,. Su detención fue considerada de gran relevancia y un militar fiscal la apodó la ``Juana de Arco'' del movimiento guerrillero. Roussef fue enviada a la prisión de Tiradentes, donde fue torturada.

Tras su excarcelación en 1973, Roussef se mudó al sur de Brasil, donde se reunió con su ex esposo, Carlos Araujo, quien también había estado preso, acusado de pertenecer a la guerrilla.

A principios de noviembre, los fiscales presentaron demandas por indemnizaciones contra cuatro ex agentes de la dictadura acusados de asesinatos y secuestros, entre ellos un ex capitán del ejército implicado en las torturas a Yousseff.

La demanda civil también implica el caso de un rebelde asesinado después de que encabezó el secuestro en 1969 del ex embajador estadounidense Charles Elbrick.