Lunes, 02 de Diciembre 2024
Internacional | Estados Unidos quiere interrogar a las tres esposas del terrorista

Pakistán debe indagar la red de apoyo a Bin Laden: Obama

Embajador del país árabe en Washington promete que “rodarán cabezas”, si comprueban que funcionarios ayudaron al líder de Al Qaeda

Por: EL INFORMADOR

Pakistaníes queman un póster con la imagen del presidente de Estados Unidos, en la ciudad de Multán. REUTERS  /

Pakistaníes queman un póster con la imagen del presidente de Estados Unidos, en la ciudad de Multán. REUTERS /

WASHINGTON/ISLAMABAD (09/MAY/2011).- El presidente Barack Obama cree que Osama bin Laden probablemente tuvo alguna especie de red de apoyo en Pakistán y le pidió a Islamabad investigar.

“Creemos que debió haber alguna especie de red de apoyo para Bin Laden dentro de Pakistán, pero no sabemos quién o qué era esa red  de apoyo. No sabemos si habría personas dentro del Gobierno, personas fuera del Gobierno, y eso es algo que tenemos que investigar y, aún más importante, el Gobierno pakistaní tiene que investigar”, declaró en entrevista con el programa “60 minutes” de la cadena CBS.
 
La afirmación del mandatario contrastó con la del asesor de seguridad de Obama, Tom Donilon, quien trató de reducir la presión al afirmar que no existe nada que sugiera que el Gobierno o el sistema de seguridad de Pakistán estuvieran enterados de que el líder de Al Qaeda estaba ahí.

“Puedo decir directamente que no he visto evidencia que nos diga que la cúpula política, militar o de inteligencia tuviera conocimiento del paradero de Bin Laden”, dijo Donilon al programa “Meet The Press” de la cadena NBC.

El asesor agregó que los funcionarios pakistaníes deben entregar a las autoridades estadounidenses la inteligencia que reunieron del recinto donde murió Bin Laden.

Estados Unidos además quiere interrogar a las tres esposas del líder de Al Qaeda  y también acceder a cualquier material que ellas pudieran haber tomado del lugar en donde vivía Bin Laden, quien fue abatido por una unidad especial de la Marina estadounidense.

Para encontrar a Bin Laden, el director de la Agencia Central de Investigación (CIA, en inglés), Leon Panetta, aceptó que recurrieron a la asfixia simulada como método de interrogación. Barack Obama prohibió la tortura cuando sólo tenía tres días en el poder, en enero de 2009.

El primer ministro pakistaní, Yusuf Raza Gilani, hablará hoy en el Parlamento sobre el operativo que avergonzó al país y dejó dudas sobre la relación entre Islamabad y Washington.

Ayer el embajador de Pakistán en Estados Unidos, Husain Haqqani, le dijo al programa “This Week” que su Gobierno investigará a fondo y habrá tolerancia cero si descubren que funcionarios protegieron a Bin Laden.

“Rodarán cabezas, una vez haya terminado la investigación. Ahora, si esas cabezas corren por su incompetencia, compartiremos esa información con ustedes”.

Estados Unidos sospecha de la agencia Inter-Servicios de Inteligencia (ISI) de Pakistán, que tiene una larga historia de contactos con grupos militantes, y algunos creen que el organismo pudo haber tenido lazos con el líder de Al Qaeda, o al menos alguno de sus agentes.

Pakistán ha desestimado tales sugerencias y dice que ha pagado un alto precio en vidas y dinero para apoyar la guerra de Estados Unidos contra la insurgencia islámica, lanzada tras los ataques del 11 de septiembre del 2001.

Bin Laden fue asesinado en su residencia en Abbottabad, a 50 kilómetros al norte de Islamabad, la capital pakistaní, lo que hace pensar a Estados Unidos que el terrorista contaba con apoyo de ese país.

Pakistán depende de los miles de millones de dólares de ayuda estadounidense, por lo que está bajo presión para explicar cómo es que el líder de Al Qaeda pudo pasar tantos años sin ser detectado a pocas horas de viaje de sus sedes de inteligencia en la capital.

Ayer la página de internet islamita Shamikh1 difundió un mensaje que elaboró Bin Laden semanas antes de ser abatido que decía: “Juro por Alá, que ha levantado el cielo sin columnas, que ni Estados  Unidos ni quienes viven ahí van a soñar con la seguridad antes de que lo vivamos en Palestina y antes de la salida de todos los Ejércitos infieles de los territorios de Mahoma”.


Falta de tecnología delata al saudí

La mansión en Abbottabad no tenía teléfono ni servicio de internet, según funcionarios norteamericanos, presumiblemente  porque Bin Laden pretendía evitar que lo detectaran a través de espionaje electrónico.

La guarida, localizada en agosto de 2010, ocupa un terreno ocho veces más  grande que las otras casa del barrio y posee medidas de seguridad extraordinarias, con muros de más de cinco metros con alambres de púas y dos entradas reforzadas.

No obstante, la ausencia de herramientas básicas de comunicaciones modernas en una residencia tan lujosa fue citada por funcionarios estadounidenses como, precisamente, uno de los elementos que los llevó a sospechar que el lugar  estaba siendo usado por el líder de Al Qaeda.

En una conversación con periodistas sobre los elementos de inteligencia que condujeron al ataque de la guarida de Bin Laden, un alto funcionario del Gobierno estadounidense que pidió el anonimato dijo que era “llamativo” que “una propiedad valorada en aproximadamente un millón de dólares no tuviera teléfono ni servicio de internet”.

“Todo lo que vimos —la extremadamente elaborada seguridad (...) y la ubicación y el diseño del complejo en sí mismo— era perfectamente consistente  con lo que nuestros expertos suponían que sería un refugio para bin Laden”.

“Los analistas de inteligencia concluyeron que este complejo estaba construido especialmente para ocultar a alguien de importancia”.

Mientras Bin Laden era traicionado en parte por su decisión de no equipar la mansión con algo tan simple como un teléfono, Estados Unidos, por otra parte, desplegó algunos de sus más sofisticados activos de alta tecnología para dar con él.

El Pentágono publicó hace ocho días una serie de fotografías satelitales del refugio de bin Laden y un esquema de las instalaciones que incluía detalles como las alturas precisas de las varias paredes que rodeaban el complejo.

El director de la Agencia Central de Inteligencia (CIA, en inglés), Leon Panetta, citó específicamente a la Agencia Nacional Geoespacial de Inteligencia (NGA, en inglés) y a la Agencia de Seguridad Nacional (NSA, en inglés) en un mensaje a los empleados en el que celebró la muerte de Bin Laden.

La NGA —la principal oficina cartográfica del Gobierno estadounidense responsable de las imágenes satelitales— y la NSA con su sistema secreto de espionaje electrónico, se ocupaban de controlar e interceptar comunicaciones en todo el mundo.

Panetta afirmó que “aplicamos toda nuestra gama de posibilidades, recopilamos inteligencia a  través de medios tanto humanos como técnicos y los sometimos al más riguroso análisis de nuestros principales expertos del Gobierno sobre Bin Laden y su  organización”.

A partir de allí, los analistas de inteligencia de Estados Unidos fueron  capaces de “construir un cuerpo de evidencia que sugería, detalladamente, que el líder terrorista estaba en el complejo”, dijo John Brennan, asesor de antiterrorismo del presidente Barack Obama. Esto incluía la curiosa ausencia de teléfono y servicio de internet.

Varios reclaman los 25 millones de dólares
El destino de la recompensa por Osama es un misterio


WASHINGTON, ESTADOS UNIDOS.- Una vez retirado Osama Bin Laden de la lista de los terroristas más buscados por Estados Unidos, la pregunta es dónde irán a parar los 25 millones de dólares que se ofrecía por su captura, aunque no faltan los que se han apresurado a reclamarlos.

La etiqueta “fallecido” aparece desde el lunes pasado al lado del nombre del líder de la red terrorista Al Qaeda en la lista del Programa de Recompensas por Justicia del Departamento de Estado, que ofrecía por él una de las cantidades más altas de su historia.

Junto a esa etiqueta se ha abierto un interrogante: La de si cerrada la operación de búsqueda y captura, esa millonaria suma quedará sin reclamar y permanecerá, por tanto, en las arcas públicas de Estados Unidos.

Quienes finalmente busquen la recompensa deberán pasar por un “largo” proceso que se inicia necesariamente en una agencia implicada en la investigación del caso, ya sea el Departamento de Justicia, la Buró Federal de Investigaciones (FBI, en inglés) o la Agencia Central de Investigación (CIA, en inglés).

La compleja operación que resultó en la detención del hombre más buscado del mundo implicó a tantas fuentes y agencias diferentes que no existe una sola persona responsable de haber puesto a Bin Laden en el radar de Washington, lo que complica notablemente el proceso.

Incluso un funcionario del Departamento de Estado quien pidió el anonimato afirmó que parece disparatado dejar en el aire la recompensa por el hombre más buscado del mundo, “pero es posible que ocurra”. “Gran parte de la información se obtuvo de detenidos en las cárceles secretas de la CIA, muchos de ellos sospechosos de terrorismo que no parecen los destinatarios más probables de cheques millonarios firmados por Washington”.

Después de evaluar las pistas proporcionadas y otros factores, las agencias envían una o varias nominaciones a la secretaria de Estado, Hillary Clinton, que debe aprobarlas.

Gary Faulkner, un trabajador de la construcción de Colorado conocido como el “cazador de Bin Laden” por su apasionada búsqueda del líder de Al Qaeda es uno de los que aspiran a la recompensa. “Tuve un papel muy importante en este maravilloso asunto, lo saqué de las montañas y lo llevé a los valles... Alguien tenía que llevarle hasta allí. Ahí es donde entré yo”, aseguró el martes a la cadena ABC.

Los congresistas Anthony Weiner y Jerrold Nadler proponen que el dinero se destine a las familias de las víctimas del S-11


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