BAGDAD.- El clérigo radical chiíta, Moqtada Al Sadr, ordenó hoy a sus milicianos retirarse de las calles de Basora y de todas las ciudades de Irak, en un esfuerzo por poner fin a los combates con las fuerzas de seguridad, que han dejado 300 muertos.El gobierno iraquí celebró la decisión de Al Sadr, al señalar que respaldará los esfuerzos de Irak para imponer la seguridad. Al Sadr dejó claro que no se responsabilizará de quienes porten armas y ataquen a los organismos de seguridad, las sedes de los partidos políticos y las instituciones del gobierno iraquí, es decir elementos armados ajenos a su milicia Ejército Mehdi.El clérigo desafió la víspera una fecha límite establecida por el gobierno para entregar sus armas a cambio de dinero y al contrario llamó a sus seguidores a resistir la ofensiva militar en su contra, que ha causado la muerte de más de 280 personas en cinco días.NTX 30-03-2008 11:50