La Casa Blanca sostuvo que Obama compartió las preocupaciones externadas por los líderes, en momentos en que el gobierno federal se acerca a romper el récord de dos millones de deportados en los últimos cinco años, la mayoría mexicanos. "El presidente continúa creyendo que la única solución permanente para arreglar el descompuesto sistema migratorio es a través de una legislación integral", señaló la Casa Blanca al final del encuentro. Bajo presión de legisladores y grupos, Obama instruyó el jueves al secretario de seguridad interna Jeh Johnson a evaluar la política de deportaciones para humanizarla dentro de los confines de la ley. Johnson, quien estuvo presente en la reunión, afirmó por su parte su compromiso de que las leyes migratorias sean hechas cumplir de manera efectiva pero sensible.