Nadie se adjudicó la responsabilidad por las explosiones, aunque en el pasado los milicianos chiíes han tomado represalias contra grupos de insurgentes suníes que han matado a algunos chiíes. La violencia de grupos suníes, parte de una serie de mayores ataques desde el año pasado, busca socavar al gobierno que encabezan los chiíes antes de unas elecciones cruciales más adelante este mes.Fuera de Bagdad, la policía informó que un atacante suicida mató a cinco soldados e hirió a ocho en un puesto de control de Mishada, 30 kilómetros (20 millas) al norte de la capital. Asimismo el sábado, fuentes policiales indicaron que una bomba estalló al paso de una patrulla militar en un camino, lo que dejó dos soldados muertos y cinco civiles heridos en Tarmiya, 50 kilómetros (30 millas) al norte de Bagdad.Autoridades de salud confirmaron las cifras de víctimas. Todas las fuentes solicitaron el anonimato porque no están autorizadas a hacer declaraciones a la prensa. Iraq registró el año pasado su mayor número de muertos a causa de la violencia desde que estuvo al borde de la guerra civil en el 2008. Las cifras de las Naciones Unidas muestran que 8.868 personas fallecieron a causa de la violencia en el 2012.Las acciones de violencia se han exacerbado en antelación a los cruciales comicios parlamentarios del 30 de abril.Más de nueve mil candidatos se postulan a 328 escaños del parlamento, pero no habrá comicios en partes de la provincia de Anbar dominada por los suníes, donde se libran intensos combates entre las fuerzas de seguridad y los milicianos seguidores de al-Qaida. Los milicianos han tomado y controlan parte de Ramadi, la capital provincial, y casi toda Faluya, una ciudad vecina.