Militares impiden aterrizaje de Zelaya

TEGUCIGALPA, HONDURAS.- El presidente depuesto de Honduras, Manuel Zelaya, debió desistir de sus intenciones de llegar a Honduras y el avión venezolano que lo trasladaba Tegucigalpa se vio obligado a volar a Managua, una vez que los militares hondureños tomaron la pista de aterrizaje e impidieron al aterrizaje al colocar camiones, tanques y colocar soldados en la pista de aterrizaje.

Anoche, Zelaya partió desde Managua a San Salvador.
“Están impidiendo el aterrizaje, amenazando con enviar aviones de la Fuerza Aérea. Hay vehículos metidos dentro de la pista”, dijo el mandatario desde su aeronave a la televisora Telesur, poco después de que el avión de matrícula venezolana YV-1496 sobrevolara el aeropuerto de Tocotín en dos ocasiones para luego perderse de vista y dirigirse a Managua.

Adolfo Lionel Sevilla, ministro de Defensa del gobierno de Roberto Micheletti, explicó a la radio Cadena de Noticias que “dejar entrar a Zelaya causaría graves problemas al país, por eso se le impidió hacerlo. La Policía tiene órdenes de capturarlo. Si hubiera aterrizado, ya estaría preso”.

Antes de reunirse en Managua con el presidente Daniel Ortega, Zelaya dijo que la ONU, la OEA, Estados Unidos y las naciones europeas “algo deben hacer con este régimen represivo. Debemos buscar una solución inmediata a este problema que han generado estos golpistas en Honduras”.

El mandatario depuesto partió de Managua a San Salvador para reunirse con el secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, y los presidentes de Argentina, Cristina Fernández, y Ecuador, Rafael Correa, quienes también viajaron desde Washington, pero en otro avión.

Zelaya realizó su fallida travesía junto a la depuesta canciller hondureña Patricia Rodas; el presidente de la asamblea general de la ONU, Miguel D'Escoto; su secretario particular, su médico, el ex embajador hondureño ante la OEA, Carlos Sosa, dos periodistas y un guardaespaldas.

Soldados hondureños ocuparon la pista de aterrizaje del aeropuerto de Tegucigalpa e impidieron que aterrizara la aeronave con Manuel Zelaya, quien ahora reclama una acción más enérgica por parte de Estados Unidos.

El presidente depuesto de Honduras, Manuel Zelaya, derecha, en conferencia de prensa en Washington. Junto a él, los mandatarios de Argentina, Cristina Fernández, y de Ecuador, Rafael Correa.
 
''No pensé que iban a poner obstáculos en la pista; creímos que la gente iba ir a apartar los obstáculos, pero no pudo entrar...''
Manuel Zelaya,
presidente depuesto de Honduras.

Aeropuerto de Toncontin

Represión policial deja dos muertos y dos heridos

TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Tropas hondureñas lanzaron gases lacrimógenos para dispersar a los seguidores del presidente depuesto Manuel Zelaya, frente al aeropuerto de Toncontin.

En los disturbios habían perdido la vida, al cierre de esta edición, dos manifestantes; también hubo dos personas lesionadas.

Al momento de la represión, una multitud estimada en unas 30 mil personas cubría un kilómetro de un bulevar frente al aeropuerto internacional, donde esperaba recibir al depuesto presidente.

Una vez que se confirmó que el avión que trasladaba a Zelaya no tocaría tierra en Honduras, los miles comenzaron a dispersarse.

De inmediato, el Gobierno de facto adelantó a partir de las 18:30 horas el toque de queda para impedir la presencia de gente en las calles.

Los incidentes mortales sucedieron cuando militares y un grupo de manifestantes trataron de  romper las vallas que protegían la pista de aterrizaje del aeropuerto, confirmó a el comisario de Policía, Mario  Mendoza.

Los manifestantes portaban banderas de Honduras, del gobernante Partido Liberal y del minoritario partido Unificación Democrática (UD, izquierda), entre otras agrupaciones, como así también fotografías de Zelaya y pancartas con consignas a favor del mandatario destituido.

Además, corearon las antiguas consignas que Zelaya, llamado popularmente "Mel", utilizó en su campaña para las elecciones que ganó en 2005: “¡Urge Mel!”, “¡Viene Mel!” y “Si éste no es el pueblo, el pueblo dónde está”.

En algunas pancartas se leen frases como “Golpe de Estado es una bofetada”, “Retroceso a 30 años”, “Bienvenido querido y legítimo presidente Mel”, “Bienvenido señor presidente Manuel Zelaya” y “Fuera golpistas, queremos a Mel”.

Alrededor de 30 mil personas marcharon a lo largo de un kilómetro en un bulevar cercano al aeropuerto de Tegucigalpa para recibir al depuesto mandatario Manuel Zelaya.

Buena fe

Nuevo Gobierno propone diálogo con la OEA

TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Las autoridades de Honduras propusieron entablar un diálogo “de buena fe” con la Organización de Estados Americanos (OEA), informó la vicecanciller del Gobierno de facto, Martha Lorena Alvarado.

Tras un “consenso” de los poderes de Honduras, el nuevo Gobierno ha propuesto a la OEA “la puesta en marcha de un diálogo de buena fe entre una delegación de la República de Honduras (...) y una delegación de representantes de Estados miembros junto con funcionarios de menor rango de la secretaría general”, según un comunicado leído por la funcionaria.

Eso a condición de que “mientras el diálogo de buena fe esté en curso no han de producirse actos o situaciones que puedan poner en peligro la paz social de la República y comprometer el esfuerzo de las conversaciones”, según el texto de la propuesta enviada al representante de la OEA en Tegucigalpa, Jorge Miranda.

Sin embargo, el presidente surgido del golpe de Estado, Roberto Micheletti, aseguró poco después del anuncio de Alvarado: “No tengo que negociar con nadie más que con la población hondureña”.

“He llegado aquí por una sucesión constitucional”. Agregó que es un “acto legal” ya que fue nombrado por el Congreso Nacional “en representación del pueblo hondureño”.

Alvarado aseguró que Honduras está esperando “con los brazos abiertos” a la comunidad internacional y enseñarle “toda la documentación y todos los elementos para que hagan un juicio imparcial y no se nos juzgue a priori como con la venida de (José Miguel) Insulza”, secretario general de la OEA.

Esta negociación sería entre “una delegación de la República de Honduras... y una delegación de representantes de Estados miembros junto con funcionarios de menor rango de la Secretaría General” del organismo.

Fuentes del Gobierno estadounidense confirmaron que funcionarios del Gobierno de facto han comunicado a la OEA que están interesados en iniciar un diálogo, lo cual interpretaron como una señal positiva.

Entresacado:

Un comunicado de la Corte Suprema de Justicia leído por la vicecanciller, el Gobierno de facto de Honduras ofreció conformar una delegación para dialogar con la OEA.

Aquí, ni la presidenta (Cristina Fernández) Kirchner ni ningún otro presidente va a venir a nuestro país. Tenemos la soberanía, que todo el mundo tiene que respetar
Roberto Micheletti,
presidente designado de Honduras.

Frontera común

Nicaragua niega movilización de sus soldados

MANAGUA, NICARAGUA.- Nicaragua desmintió que exista una movilización de tropas de su Ejército hacia la frontera con Honduras, y aseguró que “es falso” que prepare un eventual ataque contra puestos militares del vecino país.

El presidente Daniel Ortega aseguró que “es totalmente falsa” la denuncia sobre el desplazamiento de tropas del Ejército nicaragüense a la frontera común, lo cual dijo “sería una burda maniobra de los golpistas” para tratar de crear un conflicto bilateral.

“Nicaragua no está movilizando tropas. Nicaragua mantiene tropas en posiciones normales para resguardar la soberanía del país”, dijo en declaraciones a la oficial Radio Ya después que el Gobierno de facto hondureño de Roberto Micheletti hizo la denuncia en rueda de prensa.

Recalcó que esta nación “no tiene ninguna intención de que se dispare un solo tiro en territorio hondureño”.
“Puedo jurar ante Dios y ante la patria que Nicaragua no está desplazando tropas hacia territorio hondureño, Nicaragua no está preparando ningún ataque a guarniciones hondureñas”.

Las declaraciones de Ortega siguieron a lo dicho por Micheletti en Tegucigalpa, quien denunció la supuesta movilización de pequeños grupos de soldados nicaragüenses hacia la frontera, quienes actuarían al margen de la comandancia general del Ejército.

En su intervención, Micheletti pidió al Gobierno de Nicaragua dejar de inmiscuirse en los problemas internos de Honduras.

Ortega aseveró que “los golpistas” están difundiendo “falsedades y mentiras” para tratar de desviar la atención del conflicto interno y la movilización en favor de la restitución del presidente Manuel Zelaya.