Michelle, como en casa

WASHINGTON.- El presidente electo de Estados Unidos, Barack Obama, y su esposa Michelle visitaron la Casa Blanca, donde el primero abordó asuntos de Estado con el actual mandatario George W. Bush y la segunda conoció las próximas habitaciones de sus hijas.
Laura Bush enseñó a la abogada de Chicago los rincones más recónditos de la emblemática residencia, incluidas las habitaciones en las que se alojarán sus hijas, según dijo Anita McBride, jefa de gabinete de la primera dama.

Esos cuartos acogieron alguna vez a los hijos de los Kennedy, la heredera de los Clinton y a las hijas de los Bush, Laura y Jenna.
Michelle también se paseó por la tercera planta de la Casa Blanca, donde se alojan los huéspedes.

Barack Obama y su esposa llegaron a la residencia ejecutiva en el centro de una larga caravana de vehículos que los transportó desde el aeropuerto nacional “Ronald Reagan”.

El presidente Bush y Laura aguardaban a Obama y a Michelle en el pórtico Sur de la residencia ejecutiva, desde donde caminaron como si se tratara de un grupo de amigos hasta entrar en la casona del 1600 de la avenida Pennsylvania.  

Ataviada con un vestido rojo de una sola pieza, Michelle saludó con un beso de cortesía a la primera dama, quien lucía un conjunto anaranjado pastel, en tanto que el presidente en funciones y Obama se extendieron la mano y sonrieron, pero sin llegar al abrazo.  
Los hombres departieron a solas en el Salón Oval y las mujeres re
corrieron el interior de la vieja casona. (Agencias)