Micheletti dice a Clinton que pagará cualquier precio por la democracia

TEGUCIGALPA, HONDURAS.- El Gobierno de facto de Honduras dijo hoy a la secretaria de Estado de Estados Unidos, Hillary Clinton, que pagará "cualquier precio" por la "libertad" y la "democracia", después de que ese país suspendiera su ayuda económica en apoyo al depuesto presidente hondureño, Manuel Zelaya.

"No nos achicamos ante esta responsabilidad", afirmó el ministro de Gobernación (Interior), Oscar Matute, en una carta que le envió a Clinton "con la instrucción y la venia" de Micheletti, y que el funcionario distribuyó a la prensa en la Casa Presidencial.

"Que toda nación sepa, ya sea que se nos desee bien o nos desee mal, que pagaremos cualquier precio, cargaremos cualquier carga, asumiremos cualquier dificultad, apoyaremos a cualquier amigo y nos opondremos a cualquier enemigo para asegurar la supervivencia y el éxito de la libertad de nuestro pueblo y de la democracia", agregó.

"La lucha heroica de nuestro pueblo por preservar sus valores nacionales, espirituales y morales nos ha llevado a la actual coyuntura política", indicó el ministro hondureño a la jefa de la diplomacia estadounidense.

Matute citó en la carta una frase del asesinado presidente de Estados Unidos John F. Kennedy: "En la larga historia del mundo solamente a pocas generaciones se les ha otorgado el rol de defender la libertad en los momentos de su mayor peligro".

"Ninguno de nosotros cambiaría lugar con ninguna persona de otra generación", subrayó en ese sentido el funcionario hondureño.

"Somos un pueblo pacífico, con profundos valores cristianos, y nos hemos forjado en la lucha heroica con el azadón y el fusil, y forjado nuestro carácter en una de las más ardientes geografías de las Américas", puntualizó Matute.

Clinton recibió hoy a Zelaya en Washington antes de anunciarse la suspensión de la ayuda estadounidense a Honduras, excepto la humanitaria, entre otras medidas de respaldo al depuesto presidente y en señal de presión al régimen de facto de Micheletti.

Los militares derrocaron a Zelaya el 28 de junio, el mismo día que el Parlamento designó a Micheletti como nuevo gobernante.