Martelly pide que los 18 candidatos estén en la segunda ronda

PUERTO PRINCIPE, HAITÍ (14/ DIC/ 2010).- La segunda ronda de las elecciones presidenciales de Haití debe estar abierta a los 18 candidatos en lugar de estar reducida a los dos más votados en la primera vuelta, dijo el martes Michel Martelly, uno de los aspirantes fuertes para llegar al Gobierno.

El popular músico, cuyos partidarios han participado en violentas protestas desde las caóticas elecciones del 28 de noviembre, también dijo que los miembros del Consejo Electoral Provisional (CEP) deben ser reemplazados para garantizar un resultado justo de cara a la segunda ronda.

"Esa es la única manera de mantener la confianza en el proceso electoral. Si eso no se hace, no creo que la gente pueda salir de las próximas elecciones con la legitimidad y el respeto de la población y la comunidad internacional", dijo Martelly.

Los resultados preliminares de la primera ronda divulgados por el CEP el 7 de diciembre dejaron a la ex primera dama Mirlande Manigat y al tecnócrata Jude Celestin, un protegido del saliente presidente Rene Preval, en la segunda ronda.

Pero Martelly, a quien el CEP colocó tercero a menos de un punto porcentual de Celestin, ha rechazado los resultados y acusó a la colación gobernante Inite de arreglar la votación.

Martelly dijo el martes en rueda de prensa que en las elecciones se perjudicó a gran parte de los candidatos, por lo que llamó a convocar un nuevo proceso electoral donde participen todos los candidatos nuevamente.

"El 28 de noviembre el fraude fue cometido contra todos", dijo Martelly.

"Todo el mundo sufrió (...) Propongo organizar una segunda ronda el 16 de enero con todos los candidatos", señaló.

Martelly no dio más detalles, excepto para decir que todo aquel que tiene el mayor número de votos debe llegar a la presidencia de Haití, el Estado más pobre del hemisferio occidental y que está en proceso de reconstrucción después del devastador terremoto que destruyó el país en enero.

La semana pasada, miles de simpatizantes de Martelly y otros manifestantes tomaron las calles por tres días, en violentos hechos que paralizaron la capital Puerto Príncipe y otras ciudades.

Al menos cuatro personas murieron en las protestas, que interrumpieron las operaciones humanitarias para paliar una epidemia de cólera.