LAS VEGAS, ESTADOS UNIDOS (19/OCT/2016).- Trabajadores, líderes sindicales y otros manifestantes erigieron hoy, de manera simbólica, bardas en el hotel-casino del candidato presidencial republicano Donald Trump en esta ciudad, para protestar por su discurso racista y antiinmigrante. La protesta, que también incluyó el estacionamiento de camiones de venta de tacos, ocurrió horas antes del último debate entre el aspirante republicano y la demócrata Hillary Clinton, en el campus de la Universidad de Las Vegas (UNLV), en el estado de Nevada. Hace unos días, un latino representante de la campaña de Trump advirtió que si gana Clinton, Estados Unidos tendría en cada esquina un camión de tacos, por lo que este miércoles, los manifestantes colocaron vehículos que regalaron tacos e invitaron a la gente a votar. Frente a la Torre Trump, los manifestantes colocaron carteles en forma de barda de poco más de un metro de alto, para colocar mensajes de repudio a nombre de los trabajadores, la comunidad afroamericana y los latinos de este país. Muchos de los manifestantes, hombres y mujeres, portaban con orgullo una banda roja con la leyenda "Señora ama de llaves" (Miss houskeeper) orgullosas de responder al multimillonario aspirante presidencial y otros con playeras con la leyenda "Derrotar a Trump". "Si quiere hacer grande a Estados Unidos, debe empezar por aquí", gritó uno de los sindicalistas, al denunciar que en el hotel de Trump, 53% de sus trabajadores se sumó a un sindicato, que Trump se negó a reconocer y a firmar un contrato colectivo. El hotel es una enorme construcción en forma de gigantescos lingotes dorados y en la parte superior solo se lee Trump con letras de igual tono, y está ubicado en la parte norte del complejo de casinos. Los manifestantes convirtieron el evento en una celebración en lo que llamaron la anticipada derrota en la campaña de Trump por considerar que un personaje como él no merece ni podrá llegar a ser presidente de Estados Unidos. María Elena Durazo, dirigente de la Federación de Trabajadores de Los Ángeles, quien se sumó a la protesta, declaró a Notimex que será imperdonable "si latinos que pueden votar y son ciudadanos y no ejercen su voto". "Hay mucho que está en juego y podría ser un retroceso para varias generaciones en caso de que ganara Trump", agregó. "La diferencia de Clinton con Trump es como la noche y el día y no vamos a permitir que un racista sea presidente de esta nación", advirtió Durazo, nacida en Estados Unidos e hija de padres mexicanos. "Con estas acciones queremos que Trump sepa lo que realmente es crear un muro entre dos países que históricamente estamos integrados. El quiere hacer eso y debería entender el enorme daño que hace solo con sus palabras y más aún como trata a sus propios empleados. En la protesta participaron dirigentes locales y activistas del Sindicato de Empleados de los Servicios (SEIU), así como el sindicato de Empleados Culinarios y entre otros el reverendo Jesse Jackson se sumó a la protesta para exigir respeto a los derechos de trabajadores. El senador estatal Rubén Kihuen, originario de Guadalajara, en el estado mexicano de Jalisco, se mostró orgulloso de que sus padres fueran empleados de casinos y le dieran el ejemplo de ser un trabajador entregado y honesto, y no, como dice Trump, "criminales, violadores y delincuentes".
