Maciel no impactará en beatificación de Juan Pablo II

CIUDAD DEL VATICANO (11/ ENE/ 2011).- El caso del fundador de los Legionarios de Cristo y responsable de diversos delitos, Marcial Maciel Degollado, no tendrá impacto en el proceso de beatificación de Juan Pablo II, revelaron documentos reservados del Vaticano.

La Congregación para las Causas de los Santos, responsable del 'camino a los altares' de Karol Wojtyla, desestimó un posible involucramiento del pontífice en los actos inmorales cometidos por el sacerdote mexicano, entre ellos abusos sexuales a menores.

En una carta fechada el 17 de noviembre de 2007 y con número de protocolo 147/05–14478, el prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, William Joseph Levada, respondió a una solicitud informativa de la sección para los Santos sobre caso Maciel y Juan Pablo II.

'Al respecto, la única respuesta que esta congregación está en grado de ofrecer es la siguiente: existen algunas cartas y súplicas dirigidas a Juan Pablo II de parte de los denunciantes', escribió Levada.

'Empero, no resulta algún involucramiento personal del siervo de Dios en el procedimiento contra el padre Marcial Maciel', agregó en esa misiva interna, reproducida en un volumen reservado 'sub secreto' y parte de los documentos del proceso de beatificación de Wojtyla.

La carta en cuestión fue publicada en el libro 'Ataque a Ratzinger. Acusaciones y escándalos, profecías y complots contra Benedicto XVI', de los periodistas italianos Andrea Tornielli y Paolo Rodari.

Según reveló Tornielli el volumen 'sub secreto' incluyó no sólo el caso del fundador de los Legionarios de Cristo sino todos los aspectos 'delicados' del pontificado de Juan Pablo II, aquellos que debían ser revisados a fondo y aclarados.

'La Santa Sede no considera que Maciel pueda obstaculizar la beatificación; de hecho ese no fue uno de los problemas más discutidos cuando (los obispos y cardenales) trataron la causa', afirmó.

'Este no es un problema en este momento para la causa de beatificación porque ya se han declarado las virtudes heroicas; entonces, significa que el proceso está concluido', insistió.

Se refirió así a la primera fase del itinerario cumplido por Wojtyla en su camino a los altares, que concluyó el 19 de diciembre de 2009 con la publicación de un decreto de Benedicto XVI en el cual certificó que su predecesor vivió las virtudes cristianas 'en grado heroico'.

En esa etapa inicial fueron analizadas todas las actuaciones del difunto obispo de Roma, incluidas sus decisiones respecto a los temas delicados y se llegó a la conclusión que ninguno de estos asuntos puso en duda su santidad personal.

Tornielli recordó que el mismo Juan Pablo II dijo, en 2000, que cuando la Iglesia beatifica a una persona no suscribe todas sus opciones históricas ni considera que la totalidad de sus decisiones fueron correctas, porque incluso un Papa se puede equivocar.

Apuntó que El Vaticano se asegura de que, en su momento, las posturas tomadas se basaron en una recta conciencia y que, desde su punto de vista, el interesado creía estar haciendo su deber.

'La canonización de un Papa no es la canonización de un pontificado, 27 años de historia de la Iglesia. Es siempre la canonización de una persona, proponerle como modelo de santidad personal en su vida, incluso pese a sus errores', aseguró.

Para Tornielli en El Vaticano se sabe 'muy bien' que el Papa polaco no ejerció complicidad y nunca quiso encubrir los escándalos, como por ejemplo en los casos de abusos contra menores.

'No hay nada que se pueda decir respecto de su presunta complicidad o no atención al problema; entonces tenemos que creer que no fue correctamente y debidamente informado de la gravedad de las acusaciones y de la credibilidad de los testigos', ponderó.

Actualmente la causa de beatificación de Juan Pablo II está en su segunda fase y El Vaticano analiza la veracidad de un 'milagro' supuestamente concedido a instancias suyas: la curación inexplicable de una monja francesa de una forma grave del mal de Parkinson.

Tras el visto bueno de una comisión médica y un grupo de teólogos, sólo falta la revisión de parte de obispos y cardenales. De expresarse positivamente el expediente será sometido al Papa Benedicto XVI, quien podrá aprobar la beatificación.