Lugo afirma que la relación con la madre de su hijo es del pasado

ASUNCIÓN, PARAGUAY.- El presidente de Paraguay, el ex obispo Fernando Lugo, afirmó que la relación con la mujer con quien tiene un hijo pertenece al pasado, en declaraciones a un programa de televisión.

Lugo, quien había anunciado que no volvería a referirse a su vida privada tras asumir públicamente el pasado lunes que tiene un hijo de casi dos años de edad con Viviana Carrillo, de 26 años, dijo, además, en un programa de televisión emitido la pasada noche que asistirá económicamente al menor.

El jefe de Estado, de 58 años, inscribió legalmente ayer como hijo suyo a Guillermo Armindo Carrillo, quien el 4 de mayo próximo cumplirá dos años, con lo su relación sentimental se remonta a la época en que aún era obispo emérito de San Pedro, al región más pobre del país y de donde es oriunda la mujer.

Al ser consultado si seguirá la vinculación con Viviana Carrillo, Lugo dijo que no y cuando el conductor del programa del mismo nombre, el periodista Humberto Rubñin, le insistió al mandatario sobre si la pareja "ya fue", Lugo respondió lacónicamente con un "si".

En contrapartida, aseguró que "sin ninguna duda" apoyará económicamente al menor "cumpliendo respetuosamente todo lo que corresponde a un padre y trabajar también porque este niño y muchos niños paraguayos se merecen un futuro diferente y mejor".

En un programa distendido, con preguntas de invitados escogidos previamente, añadió que se siente reflejado en el rostro del niño y que, además, le recuerda a su padre: "cuando dormía sobre el pecho de mi papá de pequeño".

Viviana Carrillo y el niño permanecen en paradero desconocido y de la mujer sólo se ha sabido estos días a través de un abogado que la representó para desestimar ayer la demanda de filiación realiza contra Lugo el pasado día 8 en Encarnación, a 370 kilómetros al sur de Asunción.

La mujer relató, según el expediente, "que fue seducida con bellas palabras por el entonces obispo del departamento San Pedro (centro)" y precisó que "tenía apenas 16 años cuando coincidieron en la vivienda de su madrina Edyth Lombardo de Vega de la localidad de Chore, donde el religioso se quedaba a dormir y ella vivía".