Los republicanos se arrepienten de última hora y cancelan votación

WASHINGTON, ESTADOS UNIDOS (16/OCT/2013).- La fecha fatal de 17 de octubre está a la vuelta de la esquina y el Congreso estadounidense se convierte en una torre de Babel, donde los legisladores siguen sin acuerdos.

Anoche, la Cámara de Representantes canceló de última hora la votación de una propuesta republicana que incluía un plan para subir el límite legal de endeudamiento del país hasta el 7 de  febrero y reabrir servicios públicos hasta el 15 de diciembre. Esto, “para reabrir servicios y evitar un default” sobre la deuda de Estados Unidos, declaró Michael Steel, vocero del presidente de la Cámara, John Boehner.

Según este proyecto, los servicios públicos federales serían reabiertos inmediatamente, pero sólo hasta el 15 de diciembre.

El techo de la deuda sería elevado para que el Tesoro pueda pedir prestado por cuatro meses más, con fecha límite al 7 de febrero. Pero el texto impide al Departamento del Tesoro utilizar, como hace actualmente, “medidas extraordinarias” una vez vencido ese plazo. Eso convertiría al 7 de febrero en una fecha límite fija.

Pero el condicionamiento de los republicanos, rivales enconados del presidente Barack Obama, es el siguiente: el proyecto develado por los líderes republicanos suspendería durante dos años un nuevo impuesto a los dispositivos médicos incluidos en la reforma de salud y retiraría las contribuciones del Gobierno federal a los gastos médicos de los legisladores y altos funcionarios gubernamentales.

Los demócratas rechazan ese artículo que afectaría a empleados del Parlamento, algunos de los cuales tienen salarios modestos. En cambio, la eliminación de un impuesto sobre los aparatos médicos, problemática en medio del debate parlamentario de un proyecto de ley de presupuesto, fue rechazado.

Ahora la presión pasa al Senado, de mayoría demócrata.

Los republicanos de la Cámara baja empezaron a mostrar las primeras fisuras públicas. El republicano por California, Devin Nunez, cercano al presidente de la Cámara de Representantes, John Boehner, calificó a los miembros más conservadores del Partido del Té como “lunáticos”.

“Mi expectativa es que esto se resuelva, pero no tenemos mucho tiempo”,  advirtió anoche Obama.


A LA OFENSIVA

Obama insistirá en la reforma migratoria

El presidente Barack Obama se ofreció a presionar a los legisladores republicanos para que sometan a votación un proyecto de reforma migratoria el día después de que se resuelva la disputa presupuestaria. “Una vez que terminemos esto, al día siguiente, insistiré en pedir una votación sobre la reforma migratoria”.

ASÍ PIENSAN LOS ESTADOUNIDENSES

La encuesta fue aplicada entre el 9 y el 13 de octubre a 1,504 adultos seleccionados al azar y presenta un margen de error de 3.5%

57% Muy preocupado por el impacto que el cierre de Gobierno tiene sobre la economía

51% Absolutamente esencial un aumento en el techo de la deuda

36% El país puede ir más allá de la fecha límite sin problemas


EL ANÁLISIS

Dudas sobre la gobernabilidad

EL PAÍS

Sea cual sea el desenlace de la crisis política que tiene paralizada la Administración federal de Estados Unidos y acerca el riesgo de una histórica suspensión de pagos, se ha producido un daño que ya es irreparable: la imagen de ingobernabilidad y zozobra que surge desde la capital de la nación más poderosa del mundo. Incluso si un acuerdo de última hora retrasa por un periodo corto la gran catástrofe, que parece ahora la solución más probable, la estabilidad económica mundial queda amenazada por la incertidumbre constante sobre la capacidad de los líderes políticos norteamericanos de poner en orden su propio presupuesto.

La Administración pública cumple 17 días funcionando al mínimo. Y el día 17, EU podría amanecer en el impago.

Como nunca antes ha ocurrido algo similar, nadie es capaz de anticipar con exactitud qué es lo que puede suceder. Lo único que el Departamento del Tesoro ha advertido como un hecho ineludible es que, a partir de la medianoche de hoy, se quedará sin dinero para afrontar las deudas y sin instrumentos de ninguna clase para acometer los pagos que vencen desde ese día.

Lo ideal sería que, haciendo de la necesidad virtud, se aproveche esta situación para lograr un amplio acuerdo sobre el presupuesto que despeje la incertidumbre al menos durante un año.

Si esa solución ideal no prospera, parece inevitable una salida en falso que prorrogue los recursos presupuestarios unas pocas semanas y aleje la crisis hasta las celebraciones de Acción de Gracias o Navidad. Incluso esa solución es complicada sin que uno de los dos partidos pague un precio político alto. Pero desde luego que una salida así no sólo no despejaría la alarma global, sino que daría argumentos a quienes, como China, defienden la desamericanización del mundo.