Lunes, 02 de Diciembre 2024
Internacional | Hispanos opinan acerca de las estrategias de sus candidatos

Los mil rostros del voto latino en EU

Dentro del bloque hispano hay muchas distinciones, sobre todo generacionales

Por: AP

Francisco Echeverry, de 73 años, un inmigrante colombiano y nacionalizado en 1983, planea votar por Mitt Romney. AP  /

Francisco Echeverry, de 73 años, un inmigrante colombiano y nacionalizado en 1983, planea votar por Mitt Romney. AP /

NUEVA YORK, ESTADOS UNIDOS (20/JUL/2012).- Francisco Echeverry y su hija Janet tienen muchas cosas en común: les gusta ir a la playa, ver juntos un noticiero televisivo en español y hablar con su loro Roberto.

Pero a la hora de votar, no podrían ser más distintos.

Echeverry, un inmigrante colombiano de 73 años que se hizo ciudadano estadounidense en 1983, piensa votar por el candidato republicano a la presidencia Mitt Romney en noviembre, mientras que Janet, su hija nacida en Estados Unidos, lo hará por el presidente demócrata Barack Obama.

El padre opina que Obama está paralizado porque no tiene apoyo en Washington y espera que los republicanos sean más compasivos con los inmigrantes y ayuden a lograr algún tipo de reforma a las leyes de inmigración, algo que Obama no pudo hacer. En cambio, Janet, de 25 años, considera la economía y la educación como los dos temas más importantes.

"Tenemos diferentes opiniones, pero respeto a mis padres", dijo la joven hispana, quien es la primera en su familia en obtener una licenciatura universitaria. "Creo que es muy saludable tener este tipo de discusión".

El voto de familias como los Echeverry es fervientemente buscado por demócratas y republicanos. Pero conseguirlo no es sencillo, pues dentro del bloque hispano hay muchas distinciones, sobre todo generacionales.

El idioma es una de ellas.

Mientras que la mayoría de hispanos de primera generación, es decir nacidos en el extranjero, habla español, muchos de sus hijos se sienten más cómodos en inglés. Un 51% de hispanos nacidos en Estados Unidos considera el inglés como su primera lengua, señala el Centro Hispano Pew, con sede en Washington.

"Una campaña electoral existosa tiene que atraer a los hispanos de distintas formas. No se puede emitir un anuncio en español y pensar que el trabajo ya está hecho", dijo Gary Segura, profesor de ciencias políticas en la Universidad de Stanford, en California.

"Creo que las campañas no hacen muy buen trabajo con esto, aunque algunos de los medios de comunicación empiezan a darse cuenta de esta problemática (lingûística)", agregó Segura, poniendo como ejemplo Univisión y su nuevo canal de televisión en inglés, lanzado junto a la cadena ABC.

Tanto Obama como Romney esperan atraer a votantes de todas las generaciones. Obama envía mensajes por Twitter en español y Romney ha abierto una cuenta en el portal de intercambio de música Spotify.

Obama es el favorito entre los hispanos empadronados, registrando un 66% de popularidad frente al 25% que los votantes hispanos empadronados le otorgan a Romney, indica el último sondeo USA Today/Gallup. Un 9% de estos votantes se mantiene indeciso.

Ambas campañas se han enfocado en las últimas semanas en cortejar a votantes hispanos: Obama anunció recientemente que suspendería temporalmente las deportaciones de jóvenes inmigrantes. Romney ha presentado su propio programa migratorio, destacando que fomentará la llegada de inmigrantes con papeles que potencien la economía estadounidense.

Sin embargo, para los votantes hispanos la creación de empleo y la educación son los temas más importantes, según la mayoría de las encuestas. Y hay muchas diferencias entre ellos en torno a la política hacia la inmigración.

Mientras que un 36% de inmigrantes de primera y segunda generación considera la inmigración como un tema de extrema importancia para ellos, un 28% de hispanos de tercera generación piensa lo mismo, señala el Centro Pew.

"Cuando les preguntas a los hispanos qué tan importante es el tema de la inmigración para ellos, todo depende de si el que responde es inmigrante o alguien de tercera generación", dijo Mark López, director adjunto del Centro Hispano Pew. "Así que hay diferencia".

De los aproximadamente 50 millones de hispanos que viven en el país, un 62% nacieron en Estados Unidos y un 38% en el extranjero, dijo López.

Sus prioridades se ven marcadas por su niveles educativos, edades y herencia cultural.

Los hispanos más jóvenes nacidos en el país suelen tener opiniones menos conservadoras: un 66% de ellos piensa que la homosexualidad debería ser aceptada por la sociedad, frente a un 53% de hispanos naturalizados, según un sondeo del 2011 del Centro Pew. Un 55% de los hispanos nacidos en Estados Unidos cree que el aborto debería ser legal, frente a un 35% de hispanos nacidos en Latinoamérica.

A Echeverry, quien llegó a Estados Unidos en 1968 y trabajó en distintos ramos, siendo incluso conductor de taxi por 11 años, no le gustó oír recientemente que Obama se declaraba a favor del matrimonio gay.

Su hija Janet dijo que obviamente hay "una distancia" entre su generación y la de sus padres. Ella aplaudió la posición de Obama a favor el matrimonio gay.

Ariana Salas, una estudiante de 20 años de ascendencia mexicana nacida en Estados Unidos, asegura que la economía y la educación es lo más importante para ella este año electoral.

"Quiero ser abogada. Espero que con Obama habrá más oportunidades para la educación, que sea más fácil ir a la universidad, sin tener que preocuparse por pagar tantos gastos después de la graduación", agregó Salas, quien votará este año por primera vez. En la actualidad las personas de pocos medios se endeudan mucho con préstamos universitarios para cursar carreras.

Para su padre Antonio, nacido en Puebla y quien obtuvo la ciudadanía estadounidense en 2000, la prioridad son más oportunidades para los inmigrantes.

"Tengo dos hermanas indocumentadas. Estoy ayudando a una con sus trámites (migratorios), pero no puedo ayudarlas a las dos a la vez", dijo Salas, un mecánico que también mantiene a familiares en México. "La inmigración es importante para nosotros. Estamos bien, pero para los recién llegados, hay mucha discriminación. Sólo por no tener papeles son tratados como criminales".

Livio Castro, un dominicano de 56 años que se hizo ciudadano hace 12, opinó lo mismo.

"Me gustaría una reforma migratoria para que esas personas (inmigrantes que llegaron al país ilegalmente) puedan integrarse en la sociedad, contribuir a la economía", dijo el quisqueyano, que trabaja para una empresa de mantenimiento. "Yo vine con papeles, y fue difícil. Imagínese para uno sin papeles".

Los votantes hispanos son en gran medida responsables de la victoria de Obama en noviembre del 2008. Aproximadamente 9,7 millones de hispanos votaron en 2008, durante la última elección presidencial, lo que representa un aumento de 2,2 millones de votantes respecto a noviembre de 2004, según datos del Fondo Educacional de la Asociación Nacional de Funcionarios Electos y Designados (NALEO, por sus siglas en inglés).

Activistas de todo el país dicen que esperan que más de 12 millones de hispanos voten en estas elecciones, a pesar de las bajas cifras de empadronamiento entre hispanos.

Los hispanos de primera generación votan más que los de segunda, a pesar de haber nacido en el extranjero, según el Pew.

En 2010, aproximadamente un 36,6% de hispanos naturalizados votaron en elecciones legislativas mientras que un 29,2% de los hispanos nacidos en el país lo hicieron. En 2008, los hispanos nacidos en el extranjero tuvieron un 54,2% de participación, mientras que en los de segunda generación ese porcentaje fue del 48,3%, de acuerdo con esa fuente.

Jeanette Abreu, una hispana de 30 años nacida en Estados Unidos, asegura que votará en noviembre.

"Es importante que los hispanos participemos", dijo Abreu, que es de origen dominicano y puertorriqueño. "El problema es que aún estoy debatiendo por quien votar".

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