WASHINGTON, ESTADOS UNIDOS (19/DIC/2016).- Sus posibilidades de éxito son escasas, pero los demócratas que se resisten a la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca se aferran a la ilusión de que este lunes el Colegio electoral se rebele contra el magnate republicano.Trump no fue electo directamente por los 136 millones de estadounidenses que votaron el 8 de noviembre sino por 306 de los 538 grandes electores.Habitualmente, el voto de estos legisladores o militantes locales en su gran mayoría desconocidos por la opinión pública, pasa prácticamente desapercibido y no es más que una formalidad.En esta ocasión, sin embargo, la personalidad de Trump, el tono extremadamente agresivo de la campaña y el hecho de que la candidata demócrata Hillary Clinton haya claramente superado a su rival republicano (por una diferencia de más de 2.5 millones de votos, según un recuento aún provisorio) dieron al pronunciamiento del colegio un relieve particular.Para lograr su objetivo, los anti Trump deben convencer al menos a 37 grandes electores del Grand Old Party, como se denomina al Partido Republicano. Pero nada indica que lo vayan a lograr.Hasta ahora, apenas uno, el texano Christopher Suprun, anunció públicamente que responderá positivamente al llamado a la rebelión.En una columna publicada a comienzos de diciembre en el New York Times, Suprun señaló que no votará por "alguien que demuestra cada día que carece de las cualidades requeridas para la función presidencial". En busca de electores rebeldes En el improbable caso de que el texano sea imitado por otros 36 grandes electores, sería la Cámara de Diputados la encargada de designar al sucesor de Barack Obama. Se trataría sin duda de un terremoto político, pero como los republicanos son también mayoritarios en esa cámara, Trump tiene casi asegurada su victoria final.En la noche del domingo, el cineasta Michael Moore ofreció pagar las multas a que los electores 'rebeldes' queden expuestos por no cumplir con la obligación de votar por Trump.En un mensaje a los electores, Moore presentó así su oferta: "es evidente que no puedo ni pretendo darte dinero para que votes, pero si votas con tu conciencia y eres sancionado por eso, personalmente me presentaré y pagaré tu multa, algo que tengo derecho de hacer".Un sondeo de Politico/Morning Consult publicado el lunes muestra que los estadounidenses tienen poco entusiasmo por esta rebelión: 46% de ellos estima que los grandes electores estarían obligados a respetar el voto de sus respectivos estados, mientras 34% piensa lo contrario.Están más divididos, en cambio, respecto a la oportunidad de modificar la Constitución para remplazar el sistema actual por el sufragio universal directo: 46% está a favor y 40% en contra.El Congreso anunciará de todas formas el nombre del presidente electo el 6 de enero tras el recuento oficial de los votos. Los estados disponen hasta el 28 de diciembre para enviar el resultado de la votación al Congreso.