En su edición de este miércoles, el periódico informó que la policía británica solicitó a las autoridades de Nueva Zelanda pruebas de ADN de una niña muy parecida físicamente a Madeleine localizada en la localidad de Queenstown, sur de Nueva Zelanda. La niña, cuyo ADN será examinado por la Scotland Yard, fue descubierta por la trabajadora de una tienda el 31 de diciembre pasado, quien al descubrir su asombroso parecido con la pequeña Madeleine McCann aviso a la policía. "La similitud es tal que han decidido efectuar un examen de ADN a la pequeña. La muestra está viajando hasta el Reino Unido, donde Scotland Yard deberá confirmar si el parecido es casual o no", destacó The Telegraph. De acuerdo con el reporte informativo, el detective Brian Camerson de Nueva Zelanda, considera que hay demasiadas pistas y similitudes que indican que podría tratarse de Maddie, como le decían de cariño su padres y amigos. Testimonios anteriores habían situado a Madeleine en misma zona de Nueva Zelanda, donde ahora se ha hallado a esta niña, cuya identidad se desconoce y a la que se le tomó la muestra de ADN, de manera voluntaria, después de que la empleada alertó sobre el parecido. Según la trabajadora, la niña parecida a Maddi entró a su tienda acompañada de un hombre moreno durante la noche vieja y de inmediato se percató del enorme parecido con las fotos de la pequeña cuando desapareció hace casi seis años, las cuales se difunden en Internet. "Tenía incluso el mismo defecto en el ojo que Maddie. Sólo un pequeñísimo porcentaje de la población lo tiene. No podía parar de mirarlo y mirarla", indicó la mujer sobre la rara mancha vertical que tiene el iris del ojo derecho. Madeleine McCann desapareció el 3 de mayo de 2007, cuando estaba a punto de cumplir cuatro años, en una villa turística de la localidad portuguesa de Praia da Luz, cuando se encontraba dormida en una habitación, junto con su hermanos menores, los gemelos Sean y Amelie. La desaparición de la menor provocó una enorme movilización, ya que en su momento se manejó la posibilidad de que Maddie hubiera sido asesinada, incluso su propia madre, Kate McCann, fue considerada como sospechosa.