Lluvia nocturna afecta a los refugiados por el terremoto en Haití

PUERTO PRINCIPE, HAITÍ.- Una lluvia nocturna se precipitó sobre decenas de miles de personas que viven en refugios rudimentarios en la capital haitiana, en un anticipo de lo que las precipitaciones tropicales podrían causar en este país devastado por un terremoto.

La lluvia derribó chozas de cartón y empapó ropas y camas en el campamento 14 Marassa, donde viven en el lecho seco de un río unos dos mil 500 desplazados por el sismo.

La mayoría del un millón 200 mil de personas que según las Naciones Unidas viven en refugios temporales en Haití habita en estructuras sencillas erigidas con placas de plástico y sábanas. Las autoridades advierten que hacen falta refugios más permanentes antes de que empiece la temporada de lluvias dentro de algunas semanas.

En el centro, más de mil personas reclamaron refugio en protestas separadas frente al averiado Palacio Nacional y al puesto policial donde los ministros tienen oficinas temporales.

"No nos dan carpas. Llueve y estamos en dificultades'', dijo uno de los manifestantes, Saintel Petit.

La Unión Europea, criticada por su lenta respuesta al terremoto, dijo el jueves que montará una operación militar para proporcionar refugio antes del comienzo de la temporada de lluvias, por lo general en abril.

Mientras tanto, las distintas cifras de muertes por el terremoto proporcionadas por las autoridades haitianas han planteado dudas de que nadie sepa realmente cuántos murieron en el terremoto del 12 de enero.

El ministerio de comunicaciones provocó confusión el miércoles cuando emitió una declaración en la que dijo que el gobierno había enterrado a 270 mil personas después del sismo. Después retiró la declaración diciendo que había habido un error.

La cifra oficial, según el ministerio del interior, oscila entre 217 mil y 230 mil muertos.

Un tercio de los nueve millones de haitianos estaban en la caótica capital cuando se produjo el temblor minutos antes de las cinco de la tarde. Según cálculos del gobierno, se desplomaron unas 250 mil casas y 30 mil edificios comerciales, muchos de ellos sepultando a la gente en su interior.