Líderes de la región dan el último adiós a Néstor Kirchner

BUENOS AIRES, ARGENTINA (29/OCT/2010).- La mandataria argentina, Cristina Fernández, se retiró anoche a la Quinta oficial de Olivos tras encabezar el velatorio de los restos de su esposo, el ex presidente Néstor Kirchner, durante cerca de 12 horas en la Casa Rosada.

Fernández llegó a la sede de la Casa de Gobierno una hora después de que se abrieran las puertas para rendir homenaje al expresidente y permaneció junto al féretro hasta bien entrada la noche.

De riguroso luto y con grandes gafas oscuras, la mandataria se mantuvo entera durante toda la jornada, aunque hubo momentos de especial emotividad en los que se abrazó a sus hijos, amigos y simpatizantes; en reiteradas ocasiones se llevó las manos al pecho y acarició el féretro cerrado con los restos de su esposo.

Arropada en todo momento por sus hijos, Máximo y Florencia, sus familiares más cercanos y buena parte de su elenco de Gobierno, Fernández recibió las visitas de mandatarios de la región.

Los últimos que coincidieron anoche en la capilla ardiente para despedir a quien fuera también secretario general de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), fueron los presidentes de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva; Colombia, Juan Manuel Santos; Paraguay, Fernando Lugo, y Venezuela, Hugo Chávez,

Hasta la Casa Rosada llegaron también en horas de la tarde los líderes de Bolivia, Evo Morales; Chile, Sebastián Piñera, y Uruguay, José Mujica.

En representación del Gobierno mexicano, asistió la canciller Patricia Espinosa Cantellano.

Los máximos referentes del deporte argentino, como el futbolista Lionel Messi, el tenista David Nalbandian, el jugador de baloncesto Emanuel Ginóbili o el ciclista campeón olímpico Juan Curuchet, también manifestaron su dolor por la muerte del líder peronista.

El más conmocionado fue el ex seleccionador Diego Maradona, quien se fundió en un emotivo abrazo con Fernández al llegar a la Casa Rosada.

Para Maradona, que también había viajado a El Calafate el miércoles para acompañar a la familia tras conocerse el fallecimiento de Kirchner, “Néstor tenía cosas del Che (Guevara)”.

El poeta Juan Gelman expresó a medios locales su “eterno” agradecimiento al ex presidente por sus aportes al esclarecimiento de la desaparición de su nuera durante la última dictadura militar.

Cuando todavía aún no han sido enterrados los restos de Kirchner, el canciller argentino, Héctor Timerman, se metió de lleno en la batalla electoral al considerar que Cristina Fernández será de nuevo candidata en las elecciones de 2011.

“Nosotros decíamos que (el candidato) podía ser pingüino o pingüina, que podía ser él o ella, ahora seguro va a ser ella”, dijo Timerman en declaraciones a la cadena CNN.

“Cristina va a ser candidata de los argentinos y va a ser ganadora de las elecciones, no tengo ninguna duda”, pero reconoció: “No está decidido, porque es algo que tiene que decidir ella, pero sabe que tiene mi apoyo”.

ANÁLISIS

El lado oscuro del corazón

Orestes E. Díaz Rodríguez

El primer acto de Néstor Kirchner como presidente fue pasar a retiro a la cúpula castrense. La decisión temeraria conmocionó no sólo al país. Los militares eran un lobby omnipresente. Pero Kirchner no dudó, enviaba un mensaje.

Luego vino el canje de la deuda. La banca que había colaborado con el endeudamiento quería hacer su agosto. Kirchner volvió a sorprender, les dijo a los acreedores que aceptaran 25% o la alternativa era nada. Ganó la apuesta.

Muchos pensaron que sería una marioneta del “hombre fuerte” de entonces y su padrino político, Eduardo Duhalde. Pero Kirchner también se la agenció para  independizarse de esa molesta influencia.

Kirchner le puso a la política argentina el ingrediente que necesitaba. No se agota con compromiso y valentía. Es algo más, impublicable. Él sacó a Argentina del laberinto.
Pero en algún momento perdió el camino. Quizás al decidir traspasar la banda a su esposa y continuar con su influencia en las decisiones de Gobierno. A lo mejor, al imaginar el proyecto de Gobierno matrimonial de 16 años. O cuando decidió ocuparse de que sus cuentas bancarias crecieran de forma exorbitante. Así despidió el sueño de ser un estadista.

Nunca sabremos cuánto influyeron, las dos votaciones claves en contra de su Gobierno hechas por el vicepresidente Julio Cobos en el Senado, en el agravamiento de la salud del ex presidente. Pero sí sabemos que Néstor tuvo tres grandes amores: Cristina, el poder y el dinero. Quizás con Kirchner se perdió la oportunidad para Argentina de tener una figura emblemática, exitosa y honorable como refundador de la institucionalidad.

Algo que la nación necesita mucho más que las exportaciones de soya o carne.

¿Qué pasará ahora? ¿Quién se beneficia políticamente con su muerte? ¿Julio Cobos? ¿Cristina Fernández? ¿Mauricio Macri? ¿Eduardo Duhalde? ¿Ricardo Alfonsín?

Debe ser Daniel Scioli, el ex vicepresidente y actual gobernador de Buenos Aires.

Generalmente es visto como un político conciliador y podría reunir a su lado a los inconformes y disidentes del justicialismo con los que aún le son leales a Cristina.

Si resultara así, ojalá y no pierda la gran oportunidad que desechó su antiguo jefe. Sigue siendo un despilfarro que alguien con grandes potencialidades las hipoteque por beneficios inmediatos de muy dudoso valor.

Maestro Orestes E. Díaz Rodríguez, UDG

www.orestesenrique.wordpress.com