Las FARC retan a Colombia a decretar tregua militar

LA HABANA, CUBA (19/NOV/2012).- La guerrilla de las FARC ordenó un cese unilateral del fuego y retó al gobierno del presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, a adoptar una acción similar en beneficio de las conversaciones de paz, que iniciaron en esta capital.

El anuncio fue formulado por el jefe negociador de las rebeldes Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), Iván Márquez, al llegar al Palacio de Convenciones de La Habana, donde inició la segunda fase de las pláticas de paz.

Márquez, cuyo nombre real es Luciano Marín Arango, leyó un comunicado del Secretariado Nacional de las Fuerzas Armas Revolucionarias de Colombia (FARC) emitido desde las montañas de ese país sudamericano.

La suspensión de las operaciones militares ofensivas contra la fuerza pública y los sabotajes contra la infraestructura pública o privada en Colombia regirá desde el primer minuto de mañana martes 20 de noviembre hasta el 20 de enero de 2013.

La orden de la guerrilla más antigua de América Latina abarca a todos los frentes del país sudamericano, dijo Márquez en medio de una atropellada nube de reporteros y fotógrafos que esperaban el arribo de las delegaciones a la sede de la reunión.

La delegación gubernamental, encabezada por el exvicepresidente Humberto de la Calle, se abstuvo de formular declaraciones a los reporteros.

Pero antes de viajar a La Habana, de la Calle dijo: "queremos un proceso con acuerdos prácticos, posibles, con resultados y no frustraciones".

Según Márquez, número dos de las FARC, "esta decisión política de las FARC es una contribución decidida a fortalecer el clima de entendimiento necesario para que las partes que inician el diálogo alcancen el propósito deseado por todos los colombianos".

Tras acusar el gobierno de Santos y al Congreso colombiano de la "guerra económica contra el pueblo", dijo que sería "justo que, en tiempos de Navidad" el gobierno anuncie lo que llamó "el cese de la guerra social impuesta con sus reformas y leyes de miseria y hambre".

"Alto al fuego y a las hostilidades gubernamentales", demandó el jefe insurgente que acusó a Santos de impulsar proyectos de leyes que benefician a las transnacionales, privatizaciones, aumento de impuestos y recortes sociales.

Mientras Márquez avanzaba trabajosamente hacia la sala de conferencias, uno de sus acompañantes gritó: ¡"Viva Simón Trinidad"! en alusión al guerrillero Juvenal Palmera, preso en Estados Unidos, del cual levantó en alto un cartón con su efigie.

La delegación rebelde la integran, además, Ricardo Téllez (alias Rodrigo Granda), Jesús Emilio Carvajalino (alias Andrés París), Luis Alberto Albán (alias Marco León Calarcá) y la holandesa Tanja Nijmeijer (alias Alexandra Nariño).

La insurgencia pretende que otro negociador sea Juvenal Ovidio Ricardo Palmera (alias Simón Trinidad), quien se encuentra en prisión en Estados Unidos purgando una condena de 60 años.

Por el gobierno de Santos concurren a las pláticas el alto comisionado de Paz, Sergio Jaramillo; el excomandante de las Fuerzas Militares, general en retiro Jorge Enrique Mora, y el exdirector de la Policía, general en retiro Óscar Naranjo.

También el ex alto comisionado de Paz, Frank Pearl, y el representante de los industriales colombianos, Luis Carlos Villegas.

Ese nuevo intento de pactar la paz en Colombia, tras los fallidos anteriores, tiene a Cuba y Noruega como países garantes, en tanto actúan como acompañantes Chile y Venezuela.

Los negociadores de los bandos en pugna acordaron el 26 de agosto pasado en La Habana una agenda de sus puntos que inicia con el tema agrario que, según analistas, está en la raíz del sangriento conflicto de medio siglo.

El histórico proceso de paz, asumido con prudente optimismo por los colombianos y la comunidad internacional, fue lanzado el 18 de octubre pasado en Oslo, Noruega.

La negociación actual es la primera desde los fallidos diálogos durante el gobierno del conservador Andrés Pastrana, que comenzaron en enero de 1999 y colapsaron en 2002 tras una escalada de ataques y secuestros por parte de las FARC, consideradas terroristas por Estados Unidos y la Unión Europea.