BRUSELAS, BÉLGICA (30/ABR/2017).- La Unión Europea acordó aquí sus prioridades para la negociación de la salida del Reino Unido, el denominado “Brexit”, y puso en primer lugar garantizar los derechos de los cerca de 4.5 millones de ex patriados que se verán afectados por los cambios.“Ciudadanos que han construido sus vidas con base en los derechos que fluían de la membresía de Reino Unido a la UE, enfrentan la perspectiva de perder esos derechos”, señalaron los 27 estados miembros de la UE en el documento orientativo, firmado durante una cumbre especial sin participación británica.En rueda de prensa al final de la cita, el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, dijo que la UE “necesita garantías reales para nuestra población que vive, trabaja y estudia en Reino Unido, y lo mismo vale para los británicos”.“Si queremos avanzar, necesitamos una respuesta seria de los británicos (a ese tema). La Comisión ha preparado una lista detallada de los derechos ciudadanos que queremos proteger”, explicó Tusk, sin entrar en detalles.Los europeos también priorizarán el tema de la factura que Londres deberá pagar por su salida de la mancomunidad y la situación de Irlanda del Norte, y sólo después de lograr “suficientes avances” en esos tres temas aceptarán discutir su futura relación con Londres.“Queremos tener buenas relaciones con Reino Unido, pero también defender juntos nuestros intereses”, dijo la canciller alemana Angela Merkel.El documento orientativo fue acordado por unanimidad y firmado tras menos de 15 minutos de cita, una velocidad poco habitual en las decisiones entres los líderes europeos, en una muestra de unidad que confiere un “fuerte mandato” al negociador en jefe de la UE, el francés Michel Barnier, señaló Tusk.El presidente francés, Francois Hollande, aprovechó el contexto para enviar un mensaje a sus conciudadanos, llamados a votar en el segundo turno de unas elecciones presidenciales de alta tensión el próximo 7 de mayo.La salida de la UE, decidida por los británicos y propuesta por la candidata de extrema derecha al segundo turno francés, Marine Le Pen, “tendrá un costo” para Reino Unido y pondrá el país en “peor posición”.“El pueblo está viendo con el caso del Brexit que ya no hay protección, ya no hay garantía, ya no hay mercado interior. Para un país que es miembro de la Zona Euro, ya no hay moneda única. Y eso es una regresión y riesgo”, advirtió Hollande.LOS PUNTOS A DISCUTIRSE Qué quieren en las negociaciones • El divorcio.- Los 27 insisten en un “enfoque gradual”, es decir en que Reino Unido acuerde los términos del divorcio antes de iniciar una discusión sobre su futura relación con la UE, incluido un acuerdo comercial, a partir de fines de 2017 si se registran “progresos suficientes”.El objetivo es lograr “una retirada ordenada” y evitar “incertidumbres significativas”. Reino Unido, en cambio, prefiere negociar el divorcio y la futura relación simultáneamente.• Derechos de los ciudadanos.- La UE ha hecho del derecho de los ciudadanos europeos residentes en Reino Unido, y de los británicos viviendo en el resto de países del bloque, una de sus prioridades, máxime cuando la inmigración europea en su territorio fue uno de los asuntos que impulsaron a los partidarios del Brexit en el referéndum de junio.• Factura de salida.- La factura a pagar por Londres por los compromisos financieros adquiridos con sus socios europeos en el marco de los diferentes programas y fondos europeos está considerada como uno de los asuntos más espinosos. Bruselas estima en 60 mil millones de euros el monto a abonar por Reino Unido con su marcha.• Irlanda del Norte.- La cuestión de la frontera entre Irlanda y la británica Irlanda del Norte es otra de las prioridades de los europeos, sobre todo después que Dublín haya advertido contra un eventual regreso de los conflictos a los que pusieron fin los Acuerdos del Viernes Santo de 1998.• Gibraltar.- La inclusión en las orientaciones de este pequeño enclave de 32 mil habitantes, cedido por España a Reino Unido en 1713 pero reivindicado por el reino español desde hace décadas, generó un aumento de la tensión entre Londres y Madrid. Las negociaciones fijan que cualquier acuerdo sobre la futura relación entre Reino Unido y la UE que se aplique a este territorio deberá contar con el acuerdo previo español y británico.