Esta cumbre, que se desarrolló de forma paralela al encuentro de jefes de Estado y de Gobierno de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) con la Unión Europea (UE), recogió las inquietudes y propuestas de cientos de actores de la sociedad civil de países como Venezuela, Bolivia, Cuba, Uruguay, Argentina, y el anfitrión, Chile. El presidente boliviano, Evo Morales, fue el mandatario que apoyó más directamente la llamada Cumbre de los Pueblos, pues incluso sostuvo hoy una reunión con sus organizadores. Estaba previsto que Morales fuera el protagonista del cierre de la reunión que juntó a estudiantes, sindicalistas, grupos feministas, indígenas y hasta anarquistas, pero problemas en su agenda le impidieron asistir a la clausura de dicha cumbre. El mandatario, sin embargo, recogió muchos de los planteamientos de las ONG y se manifestó acerca de ellos en una rueda de prensa al finalizar la Cumbre de la Celac-UE. La declaración oficial de la Cumbre de los Pueblos destaca que "las relaciones existentes entre la UE y América Latina y el Caribe priorizan los privilegios y ganancias de los inversionistas frente a los derechos de los pueblos a través de acuerdos comerciales y de inversiones". El texto denuncia, además, que la "hegemonía del capital financiero se manifiesta, principalmente, en la privatización y mercantilización de los servicios públicos, el desmantelamiento del Estado de bienestar, la precarización del trabajo y la extracción indiscriminada de recursos". Para los activistas, esta situación provoca y agrava las "crisis alimentarias, energéticas y climáticas". Ante este panorama, las ONG proponen continuar y profundizar "los procesos nacionalización de recursos, servicios y medios de producción", así como dar "reconocimiento constitucional de la naturaleza como sujeto de derecho".En la Cumbre de los Pueblos se decidió, además, avanzar en el diseño de una "hoja de ruta de trabajo y de movilizaciones para el presente, pero con perspectivas a largo plazo".La Cumbre de los Pueblos, cuyo lema era "Por la justicia social, la solidaridad internacional y la soberanía" pretendía darle voz, según sus organizadores, a los sectores que no tienen representación ni espacio en las reuniones oficiales de la Cumbre Celac-UE. Sin embargo, no fueron los únicos sectores sociales que presentaron sus posturas a la Celac y la UE, pues la Mesa de Articulación de Asociaciones y Redes de ONG de América Latina y el Caribe, y la Confederación de ONG de Europa Concord, hicieron llegar hoy un documento a los cancilleres americanos y europeos. Estas agrupaciones plantearon la "urgencia de cambiar el rumbo de las políticas económicas en medio de una crisis multisistémica, donde los desafíos para ambas regiones son enfrentar la desigualdad, la explotación descontrolada de los recursos naturales y la crisis de las democracias". A diferencia de la Cumbre de los Pueblos, estas organizaciones consideran que la "Celac es un espacio clave para fortalecer el diálogo político de la región" por lo que anunciaron que buscarán "incidir políticamente con propuestas en materias políticas, económicas y de derechos, para construir relaciones más justas y solidarias entre los países". La propuesta entregada a los cancilleres pide "dar coherencia a los modelos de inversiones con los objetivos de desarrollo sustentable y fortalecimiento de los derechos humanos y la democracia". También, "fortalecer y democratizar el diálogo político birregional, incorporando de forma activa a la sociedad civil, y revisar la cooperación oficial".