Kim Jong-un tomará las riendas de Corea del Norte

SEÚL, COREA DEL SUR (20/DIC/2011).- A un día de la muerte del máximo líder norcoreano, Kim Jong-il —muerto por un infarto de miocardio— su hijo Kim Jong-un es designado para sucederle y de inmediato Estados Unidos y Corea del Sur se declaran en alerta “grave” por el futuro “incierto” del país poseedor del arma nuclear.

Las tropas del Ejército Popular de Corea del Norte suspendieron el ejercicio anual de invierno y regresaron a sus bases, después del anuncio de la muerte del máximo líder Kim Jong-il.

La Casa Blanca llamó al nuevo Gobierno de Corea del Norte a cumplir sus compromisos en materia nuclear, tras la muerte de Kim Jong-il.

La tensión aumentó cuando ayer Corea del Norte lanzó un misil de corto alcance desde su costa oriental, aunque después confirmaron que se trataba de una prueba de lanzamiento y que no tenía relación alguna con el anuncio del fallecimiento.

Cabe recordar que Kim Jong-un se dio a conocer en septiembre de 2010 cuando fue nombrado general de cuatro estrellas y llamado a ocupar dos importantes cargos en el Partido de los Trabajadores, lo que lo perfiló como el sucesor de su padre. Su hermanastro Kim Jong-nam también había sido señalado varias veces como hipotético sucesor, pero perdió el favor paterno tras ser descubierto intentando entrar en Japón con pasaporte falso.

A sus casi 28 años de edad Jong-un se encuentra casado y acompañó a sus padres a muchos eventos públicos luego de ser nombrado general. Pero precisamente su corta edad y el corto tiempo que lleva siendo figura pública es lo que causa desconfianza internacional.

Los presidentes de Estados Unidos y de Corea del Sur, Barack Obama y Lee  Myung-bak, conversaron por teléfono y acordaron reforzar la cooperación en  materia de seguridad. Corea del Sur puso a sus fuerzas armadas en estado de alerta y reforzó la  vigilancia en la frontera, para lo que pidió ayuda a Estados Unidos, que  mantiene a 28 mil 500 soldados en su territorio.

Ambas coreas se encuentran técnicamente en estado de conflicto armado desde el precario armisticio firmado luego de la guerra de 1950-53.

La tensión bilateral aumentó desde que Corea del Norte bombardeó un buque de guerra surcoreano en marzo de 2010, provocando la muerte de 46 infantes de  marina. Pyongyang negó su participación en este episodio, pero en noviembre de  2010 bombardeó una isla del Sur, causando otros cuatro muertos.

El difunto dictador había heredado el poder a la muerte en 1994 de su padre, Kim Il-sung, fundador de la República Democrática de Corea del Norte, instaurando  así la primera dinastía comunista de la historia, en la que imperan el culto a la personalidad, la censura, las ejecuciones y las detenciones arbitrarias.

Kim Jong-un accede a lo más alto del poder sin que se sepa gran cosa sobre  su personalidad ni sus intenciones. Según los servicios secretos surcoreanos,  el joven Jong-un habría nacido en 1983 de la tercera esposa de Kim Jong-il, una  bailarina de origen japonés, estudió en Suiza y es aficionado al baloncesto.

Los funerales por su padre se celebrarán el 28 de diciembre en Pyongyang,  la capital norcoreana, según KCNA. Se ha declarado un periodo de duelo del 17  al 29 de diciembre.

Kim Jong-il deja a su hijo una economía moribunda en un país que sufre  frecuentes y graves penurias alimentarias.

Reacciones
Buenos deseos y duelo

''Tenemos un común interés en una transición estable y pacífica en Corea del  Norte, así como en la paz y la estabilidad regional ''

Hillary Clinton, secretaria de Estado de la Unión Americana.

''Cuba ha decretado duelo oficial con motivo del fallecimiento del compañero Kim Jong-il, durante los días 20, 21 y 22 de diciembre ''

Comunicado del Gobierno cubano.

Lucha de poder puede crear más riesgos
Análisis

Peter Apps (Corresponsal de la agencia Reuters)

En el corto plazo, la preocupación internacional generada por la muerte del líder norcoreano Kim Jong-il se centra en una potencial lucha de poder interna que podría elevar el riesgo de un nuevo conflicto en la península.    

A largo plazo, sin embargo, su fallecimiento también podría dar inicio a un desafío diferente: la costosa tarea de reunificar Corea y reintegrar al Estado más aislado del mundo a la economía mundial.

Los próximos días podrían estar plagados de señales contradictorias. El lunes, medios surcoreanos reportaron que Corea del Norte probó un misil de corto alcance, en lo que pareció un ejemplo prematuro del tipo de amenaza que temen muchos analistas.

La atención se centrará en el aparente heredero Kim Jong-un, con el fin de medir si realmente puede ocupar el lugar de su padre como un líder nacional sin competencia y comandante de un Ejército que cuenta con unos cinco millones de hombres armados y quizás hasta ocho ojivas nucleares. Muchos dudan de su capacidad.    

“La tarea principal, tanto internamente como para el régimen, será obtener claridad sobre el liderazgo”, dijo Michael Denison, director de investigación de la consultora Control Risks, basada en Londres.     “Hay un riesgo real de inestabilidad interna, sobre todo dentro de la elite (...) no es claro en este momento que Kim Jong-un pueda claramente afianzar su control”.

Los analistas sospechan que las peleas internas comenzaron mucho antes de la muerte de Kim Jong-il, lo que quizás explicaría algunas acciones agresivas de Corea del Norte en los últimos años, como el hundimiento de una corbeta surcoreana el año pasado y un letal ataque de artillería contra una isla hace 12 meses.    

El peor escenario sería que algunas figuras en Corea del Norte intenten provocar conflictos con el fin de mejorar su posicionamiento interno. Por eso no sorprende que el Ejército surcoreano y unos 28 mil soldados estadounidenses basados en la península se hayan declarado en alerta.    

“Anticipo mayores tensiones de política exterior, y más adelante, si la política sigue siendo errática, existe la posibilidad de ataques militares en pequeña escala contra Corea del Sur”, dijo Brittany Damora, analista de Asia para la consultora de riesgos AKE, basada en Londres.    

Eso también podría agravar la situación entre Estados Unidos y China, con la cual Corea del Norte mantiene una relación compleja y dependiente.    

La falta de una estructura de seguridad regional coherente que unifique a Estados Unidos, China, Corea del Sur, Japón y otras potencias cercanas podría complicar los esfuerzos de controlar el escenario.    

Si alguna vez fue políticamente posible, la reunificación podría resultar una tarea colosal. La división entre las dos coreas hace insignificante la ruptura entre Alemania Occidental y Oriental y exige décadas de transferencia de riquezas y reformas políticas y económicas.    

“No sabemos hasta qué punto Kim Jong-il era un obstáculo para el acercamiento con Corea del Sur y Occidente, y hasta qué medida estaba contenido por otros centros de poder”, afirmó Denison, de Control Risks.