Iveta Radicova, nueva primer ministro de Eslovaquia

BRATISLAVA, ESLOVAQUIA (08/JUL/2010).- Iveta Radicova, de 53 años, nombrada primer ministro por el presidente eslovaco, Ivan Gasparovic, tras las  elecciones legislativas del 12 de junio, es una enérgica socióloga diplomada en  Oxford decidida a encarnar el cambio en su país.

Líder de la Unión democrática y cristiana eslovaca (SDKU), se convirtió en  la primera mujer en dirigir el gobierno de este país de Europa Central,  independiente desde la división de Checoslovaquia, en 1993.

La SDKU-DS y sus aliados liberales (SaS), cristiano-demócratas (KDH) y del  partido de la minoría húngara Most-Hid, cuentan con una mayoría de 79 bancas  sobre un total de 150. El partido de izquierda Smer-SD, del primer ministro  saliente, Robert Fico, y sus aliados nacionalistas del SNS del líder xenófobo  Jan Slota, obtuvieron 71 escaños.

"Seremos un gobierno en pro de los ciudadanos, un gobierno de  responsabilidad cívica y cooperación", declaró Radicova hace poco.

Nacida el 7 de diciembre de 1956 en una familia que ella define como "árida  en el plano material pero muy rica emocionalmente", en Bratislava, estudió  sociología en esa ciudad y en Oxford. Después dio conferencias en universidades  de Eslovaquia, Estados Unidos, Gran Bretaña, Escandinavia y Austria.

Fue ministra de Trabajo y Asuntos Sociales en 2005-2006, cuando el equipo  ultraliberal de Mikulas Dzurinda llevaba a cabo reformas económicas y sociales  difíciles e impopulares, y fue elegida diputada en 2006.

En abril de 2009 se presentó a la presidencia de Eslovaquia, pero perdió  frente a Gasparovic.

A fines de 2009, renunció a su banca parlamentaria, tras ser criticada por  haber votado en lugar de una compañera ausente. "Cometí un error y la única  forma de redimirme era renunciar a mi banca", declaró.

En febrero pasado, Radicova aceptó el cargo de "líder electoral" de la  SDKU, en sustitución de Dzurinda, quien debió renunciar a ocuparlo por causa de  sospechas vinculadas con el financiamiento de su partido.

"Permítame expresar mi deseo de que Eslovaquia reciba nuevamente el apodo  de 'tigre de Europa'", declaró la noche del 12 de junio, luego de enterarse del  resultado de las elecciones.

En este país otrora comunista en el que la Iglesia Católica es sumamente  influyente, Radicova fue criticada por ciertos sacerdotes por negarse a  condenar el aborto.

Tiene una hija de su matrimonio con un humorista satírico, Stano Radic,  quien falleció en 2005.