Italia conmemora el 68 aniversario de la Liberación

ROMA, ITALIA (25/ABR/2013).- El presidente italiano Giorgio Napolitano encabezó las celebraciones por el 68 aniversario de la Liberación del país del nazi-fascismo.

Reelecto el sábado pasado para un nuevo mandato, Napolitano, de 87 años de edad, fue aclamado por la multitud a la salida del Museo de la Liberación de Roma.

"Son jornadas de tiempo de crisis y es en estos lugares y ocasiones en los que comenzó la resistencia que se puede aprender a enfrentar los momentos cruciales con valentía, firmeza y sentido de unidad", enfatizó.

Italia recuerda el 25 de abril de 1945, cuando partisanos de la resistencia y las tropas aliadas entraron en las principales ciudades del norte del país, con lo que pusieron fin a los últimos estertores del fascismo y a la ocupación nazi.

Napolitano abrió las conmemoraciones con una ceremonia en el Altar a la Patria, en el centro de Roma, y después visitó el Museo de la Liberación.

Los festejos se efectuaron en las principales ciudades del país, con la participación de las máximas autoridades.

El primer ministro encargado, Enrico Letta, asistió a las Fosas Ardeatinas, a las afueras de la capital, donde el 24 de marzo de 1944 las tropas nazis ejecutaron a 335 civiles en represalia por un atentado de la resistencia que un día antes mató a 42 soldados alemanes en Roma.

Para participar en el acto, Letta interrumpió las consultas con las fuerzas políticas destinadas a acordar la formación del nuevo gabinete, que debe presentar a Napolitano en los próximos días.

Mientras, el cómico-político Beppe Grillo, líder del Movimiento 5 Estrellas (M5S), denunció en su blog que con la formación de un gobierno de alianza entre la centroizquierda y la derecha de Silvio Berlusconi, "el 25 de abril ha muerto".

Opinó que la celebración también dejó de existir con la reelección de Napolitano y la creación de facto de un régimen presidencial y con el desempleo, los recortes de presupuesto a educación y salud o con los casos de corrupción, como el que involucra al banco Monte dei Paschi di Siena.

Grupos de extrema derecha reivindicaron por su parte la aparición de consignas antisemistas y contra los partisanos en algunas zonas de Roma.