Sábado, 23 de Noviembre 2024
Internacional | Votan, además, por los 128 diputados y 298 alcaldes para un periodo de cuatro años

Hondureños eligen hoy presidente

Juan Orlando Hernández y Xiomara Castro llegan con empate técnico, según una encuesta independiente

Por: EL INFORMADOR

Un uniformado junto al material electoral en Tegucigalpa. Unos 28 mil soldados y policías resguardan la elección. AFP /

Un uniformado junto al material electoral en Tegucigalpa. Unos 28 mil soldados y policías resguardan la elección. AFP /

TEGUCIGALPA, HONDURAS (24/NOV/2013).- De luto permanente por la violencia criminal y asfixiados por la pobreza, los hondureños eligen hoy un nuevo Gobierno con dos favoritos a la presidencia radicalmente opuestos: Juan Orlando Hernández (derecha) y Xiomara Castro (izquierda), esposa del ex mandatario derrocado Manuel Zelaya.

Armados, militares y policías patrullan las calles, mientras soldados custodian el reparto de material electoral en los centros de votación, en un ambiente enrarecido por temores de fraude y crispación, acrecentados por los pronósticos de un resultado reñido.

Hernández, presidente del Congreso y candidato del gobernante Partido Nacional (PN), y Castro, esposa del derrocado presidente Manuel Zelaya y aspirante del partido Libertad y Refundación (Libre), figuran en empate técnico en la última encuesta independiente.

Ambos ofrecen dos modelos contrarios para un país fracturado tras el golpe de Estado del 28 de junio de 2009: Hernández, un abogado de 45 años que encarna el continuismo del modelo neoliberal, y Castro, la ex primera dama de 54 años que promete un “socialismo democrático a la hondureña”.

La elección tiene lugar en un escenario inédito: está en jaque el bipartidismo —PN y Partido Liberal (derecha)— que gobernó por más de un siglo; hay un récord de nueve partidos políticos —cuatro surgidos tras el golpe—; y una mujer pelea la presidencia con posibilidad de triunfo.

Castro aspira a ser la primera presidenta de Honduras con una popularidad ganada a pulso en las protestas callejeras luego de que Zelaya fuera derrocado por una alianza militar, empresarial y política de derecha cuando su Gobierno liberal giró a la izquierda.

A estos comicios, sin segunda vuelta, están convocados unos 5.4 millones de  hondureños para elegir al sustituto del presidente Porfirio Lobo, 128 diputados y 298 alcaldes, por cuatro años.

El país tiene el récord mundial de homicidios —85.5 por cada 100 mil habitantes—, comido por la corrupción y en una crisis sin precedentes, altamente endeudado y con un déficit fiscal.

En el país, uno de los más violentos del mundo, los narcotraficantes tienen pistas aéreas clandestinas, las pandillas controlan barrios enteros, donde cobran el impuesto de guerra (extorsión) a conductores de buses y taxis, comerciantes, empresas y hasta a las vendedoras de tortilla.

EL ANÁLISIS

“Soldado al nacer”


Si las elecciones de hoy resultan llamativas, se lo deben a la expectativa ante un casi inédito retorno al poder del presidente defenestrado cuatro años antes, Manuel Zelaya.

No lo haría de manera directa, sino a través de  Xiomara Castro, su esposa y  candidata  del partido “Libre”, a la que algunas encuestas otorgan el primer lugar en intención de voto.

Ni que decir quién es el artífice de la candidatura de Xiomara Castro, la mano que mece la cuna en cuanto a definiciones estratégicas pre y postelectorales de la emergente fuerza política.

¿Qué aptitudes facilitaron a Zelaya el milagro de estar coqueteando nuevamente con el control del poder ejecutivo, en un país donde  la elite sobresale por la ausencia absoluta de escrúpulos  para apartar a personalidades o movimientos con inclinaciones contrarias a sus intereses?

La muerte de Hugo Chávez, la bancarrota económica de Venezuela y el declive de la influencia regional del chavismo resta peligrosidad a un potencial ascenso de Castro-Zelaya.

El mandatario de izquierda nicaragüense Daniel Ortega, vecino de Honduras, ha gobernado  forjando una alianza con el empresariado, facilitando que  parte del grupo económico dominante no vea como una amenaza el potencial retorno.

La participación en el proceso electoral catracho de una fuerza política comandada por el ex presidente tiende a cicatrizar el trauma causado por el golpe ante la comunidad internacional, fuente clave de financiamiento de los presupuestos y programas estatales en una empobrecida e insolvente nación.

El gobierno saliente de Porfirio Lobo deja niveles de endeudamiento y violencia escandalosos.

El candidato del oficialismo fue protagonista de una ofensiva anticonstitucional que inhabilitó a cuatro magistrados de la Suprema Corte.

La candidata del partido “Libre” moderó su lenguaje, propugna una reconciliación nacional, mientras las expectativas de alcanzar la presidencia se basan en resultados de encuestas que podrían estar distorsionando la voluntad del elector.

Los detentores del poder calculan que Castro no tiene posibilidad de ganar la elección. En caso de que lo hiciera no tendría suficientes apoyos legislativos para propulsar agendas de gran calado, y en última instancia, si ya sacaron una vez a un díscolo, nada les impediría repetirlo.

La resurrección de Manuel Zelaya responde, ante todo, más que a facultades  personales exclusivas, a una sutil combinación de circunstancias e intereses que aún tienen la difícil misión de concretarse hoy. Nadie es soldado al nacer.

Mtro. Orestes E. Díaz Rodríguez

diazrguez@hotmail.com

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