TIFLIS, GEORGIA.- En Georgia se calificó de provocación la visita de trabajo realizada hoy por el presidente de Rusia, Dmitri Medvédev, a Tsjinvali, la capital de la región separatista georgiana de Osetia del Sur, que Moscú reconoce como Estado independiente. Según el viceprimer ministro georgiano y titular de Asuntos para la reintegración de Georgia, Temur Yakobashvili, "esto es más una visita simbólica el día de la firma del (proyecto) Nabucco, que no honra a la Federación Rusa". La visita de Medvédev a la región separatista coincidió con la firma hoy en Ankara del acuerdo multipartito para la construcción del gasoducto que llevará gas natural de Asia Central a Europa sin pasar por el territorio de Rusia. "¿De qué desarrollo económico se puede hablar en una región, donde quedan 15 mil personas y donde hubo una limpieza étnica? Es un acto claramente de provocación", agregó Yakobashvili, en alusión a las declaraciones del presidente ruso en Tsjinvali. "Tenemos una serie de proyectos para restablecer la economía y el ámbito social en la república", dijo Medvédev en la capital suroesta. El presidente del Parlamento georgiano, David Bakradze, dijo que la visita del jefe del Estado ruso a la capital suroseta es "la respuesta de Rusia a Estados Unidos y Europa por su apoyo a Georgia". En su reciente visita a Moscú, el presidente estadounidense, Barack Obama, dijo que la soberanía e integridad territorial de Georgia "deben ser respetadas". "La visita ostentativa del presidente de Rusia a Tsjinvali demuestra nuevamente el hecho de que en el actual gobierno ruso hay personas que se han propuesto como objetivo causar el máximo daño posible a Georgia", afirmó Bakradze. El presidente del parlamento agregó que "con este paso, Rusia demuestra nuevamente que no puede ser un socio fiable para la comunidad internacional". Para el vicepresidente del Parlamento, Paata Davitaya, la visita de Medvédev a Osetia del Sur "debe ser vista como un intento de agravar la situación en la región". El presidente ruso fue recibido junto a la sede de la Presidencia suroseta por el presidente de los secesionistas, Eduard Kokoiti, y centenares de habitantes de la capital de la región separatista, informó la agencia rusa Interfax. Osetia del Sur, antigua región autónoma de Georgia y en rebeldía desde 1990, fue escenario en agosto del año pasado de una guerra de cinco días, en la que el ejército ruso combatió del lado de los separatistas e invadió Georgia.