Francia debate la reforma a su sistema de pensiones

PARÍS, FRANCIA.- El presidente francés, Nicolas Sarkozy, dijo que un proyecto para reformar el costoso sistema de pensiones estaría listo para septiembre, en el marco de un plan impopular entre los votantes pero difícil de evitar debido a los problemas que atraviesan las finanzas públicas.

Sarkozy, que se reunió con los líderes del principal sindicato del país y con representantes de la federación de empleadores para discutir una agenda de negociaciones, insistió que escuchará a todos los sectores y prometió bases financieras sólidas para el sistema compensatorio de gastos.

“Si queremos salvar nuestro sistema de pensiones, no podemos seguir postergando las decisiones”, dijo Sarkozy a la prensa después de la reunión, añadiendo que las negociaciones comenzarían en abril.

El Gobierno prevé una baja en el número de trabajadores y un aumento en la cantidad de jubilados que conducirá a un déficit anual de 136 mil 100 millones de dólares en el sistema de pensiones para el año 2050.

Sin embargo, 59% de los franceses se opone a aumentar la edad de retiro, según un sondeo elaborado por Ifop para el periódico Dimanche Ouest-France. Una mayoría de los consultados rechaza también otras opciones, como el incremento en los aportes al fondo de pensiones o la reducción de los pagos.

Déficit por jubilaciones

Francia gasta 12.4% del Producto Interno Bruto en su sistema de pensiones, frente al promedio de la zona euro de 11.1%, según datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). Esto, sumado a una población cada vez más vieja y a los fuertes gastos del Gobierno para hacer frente a la crisis financiera, han incrementado la urgencia de un cambio.

Otras opciones en debate son aumentar la edad de jubilación desde los 60 años de ahora, o aumentar el número de años que una persona debe trabajar antes de tener una jubilación total. Los sindicatos han rechazado ambas ideas y quieren que el déficit sea compensado con un alza de impuestos.

Nicolas Sarkozy esperaba poder posponer la reforma hasta después de la elección presidencial de 2012. Pero la crisis económica ha reducido los ingresos y elevado los gastos públicos, forzando a Francia a hacer frente a su déficit, que este año treparía a un 8.2 por ciento del PIB, su mayor nivel en los últimos 50 años.