Martes, 03 de Diciembre 2024
Internacional | Armando González Escoto, Renée de la Torre y Fabián Acosta Rico hacen su balance

Expertos analizan el papado de Benedicto

Armando González Escoto, Renée de la Torre y Fabián Acosta Rico hacen su balance

Por: EL INFORMADOR

GUADALAJARA, JALISCO (11/FEB/2013).- Un grupo de expertos consultados por EL INFORMADOR, analizan el pontificado del Papa Benedicto XVI y preven , luego de que hoy anunciara su renuncia.



* PBRO. ARMANDO GONZÁLEZ ESCOTO, DIRECTOR DE PENSAMIENTO ESTRATÉGICO DEL SISTEMA UNIVA

Todos los humanos somos de transición. Se sabía por la edad que Benedicto XVI tendría un papado breve que sin embargo se extendió por ocho años -del italiano Juan XXIII también se dijo, y gobernó la Iglesia por cinco años consciente de su avanzada edad-. La expectativa es que se vuelva común lo excepcional, pues han pasado 600 años desde la última dimisión de un Papa, con Celestino V.

Suceder a Juan Pablo II es difícil para cualquiera, así como llenar el vacío en términos mediáticos. En la conducción y el gobierno de la Iglesia fue un pontífice notable, particularmente en lo que respecta a la enseñanza doctrinal, a la comprensión del momento que vive la Iglesia, la necesidad de un fortalecimiento y la búsqueda de nuevos caminos para el diálogo de una manera inteligente y sostenida, considerando que ha sido un gran teólogo y uno de los participantes en el Concilio Vaticano II.

El interés por reformar la curia romana e impulsar la nueva evangelización y la búsqueda de mayor congruencia hacen de Benedicto XVI un personaje célebre, aun más por la honestidad con que un hombre de su nivel ha tenido al renunciar al cargo. Es un enorme ejemplo.

La condición en que deja la Iglesia es de mayor estabilidad que la que se observaba en los últimos años del anterior pontificado, porque tomó una postura firme ante situaciones al interior y exterior de la comunidad. La deja abierta al futuro en el Año de la Fe, un período de reflexión para la condición de la fe al interior de la Iglesia, así como de la condición del mundo contemporáneo externo en torno a la religión y particularmente al cristianismo.

Se espera que para la fiesta de Pascua el mundo católico cuente con un nuevo Pontífice. En la lista de papables aparecen los que no salen, pues en el cónclave no hay nada establecido.


* DRA. RENÉE DE LA TORRE, INVESTIGADORA DEL CIESAS OCCIDENTE

Benedicto ha asumido una incapacidad "por falta de fuerza" y vitalidad. La edad le concebía un papado de transición, aunque al interior de la Iglesia es Dios el que decide la voluntad de los hombres. Es un gesto sensato de decir "no puedo".

Administrador y teólogo, Benedicto XVI sabía y no quería competir con Juan Pablo II, pero supo administrar y maximizar el carisma de su sucesor para tener una plataforma propia, definiéndose como un teólogo fundamentalista. Tampoco alcanzó la fuerza y vocación pastoral de Juan Pablo II; buscaba más una interlocución con especialistas.

El de Benedicto XVI ha sido un papado con una visión desde y hacia el interior de la Iglesia, planteando en su discurso la salvación del mundo actual por medio de la fe hacia Dios, en un contexto materialista y hedonista que degenera la calidad humana y que no tiene lugar para la trascendencia ni para Dios. Uno de los más grandes desaciertos fue su visión eurocéntrica, cuando la Iglesia católica ya no tiene su fuerza en Europa; sólo su crisis.


* DR. FABIÁN ACOSTA RICO, INVESTIGADOR DEL DEPTO. DE FILOSOFÍA, ADJUNTO AL CENTRO DE ESTUDIOS DE RELIGIÓN Y SOCIEDAD DE LA UDEG

Benedicto XVI se vio en los reflectores, obligado a hacer política cuando en realidad quería dedicarse a los asuntos doctrinales. No obstante, quiso hacer magisterio a través del pontificado, llamando a las mentes jóvenes a combatir el descreimiento con la razón.

Si bien guarda una línea conservadora marcada por su antecesor, a diferencia de Juan Pablo II fue más radical, buscando una conciliación con los católicos disidentes. Muy en el tenor de su postura conservadora en una época de egoísmo, la labor de Ratzinger se enfoca en asuntos dialogales. Más que Juan Pablo II, tuvo que hacer labor política sin estar del todo calificado para ello; quería dedicarse más a los asuntos doctrinales.

Entrado en años y con los escándalos encima, condenando la homosexualidad, sorteando vaivenes y avatares políticos, en su actuar como pontífice fue relevante su actuación con sacerdotes tradicionalistas. En lo doctrinal puso la mira en la juventud y en las mentes jóvenes. No sólo a través de la devoción sino con el estudio y asumiendo el papel de teólogo. Advirtiendo que la ciencia puede llevar al hombre a una condición de descreimiento y cómo éste puede ser combatido a través de la razón pero no una imposición dogmática.

Es difícil designar un papa permanente en el conflicto en que intervienen las corrientes renovadoras al interior de la Iglesia, con las conservadoras que han tenido la supremacía del poder en la Santa Sede. Latinoamérica concentra la mayor cantidad de católicos; en Europa sólo está el 25%. La apuesta es nuevamente por un Papa italiano, y la emergencia por darle mayor protagonismo a Latinoamérica, aunque es difícil pensar en una candidatura latinoamericana dado el mayoriteo que pueden ejercer los purpurados del viejo continente.

EL INFORMADOR / ROBERTO CONTRERAS

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