España pide a Cuba liberar a presos políticos tras muerte de Villar

MADRID, ESPAÑA (20/ENE/2012).- La vicepresidenta primera del gobierno español, Soraya Sáenz de Santamaría, planteó hoy que la muerte del disidente cubano Wilman Villar debe servir para reclamar a Cuba 'la puesta en libertad de todos los presos políticos'.

En la rueda de prensa posterior a la reunión semanal del Consejo de Ministros, aseguró que el gobierno español está consternado con la noticia de ese deceso, por lo que trasladó las condolencias a la familia y amigos de Villar.

Recalcó que la política exterior del gobierno español trabaja en el marco de la Unión Europea (UE) para 'la constante defensa de las libertades políticas y la protección de los derechos humanos, especialmente en Cuba'.

Por ello, sostuvo que esta muerte debe servir para 'buscar e intensificar las reclamaciones al gobierno cubano de puesta en libertad de todos los presos políticos'.

Enfatizó que además el objetivo es trabajar en conjunto con la UE a favor de la reconciliación y la paz en la isla, y para generar 'un horizonte de democracia'.

La muerte de Villar

El preso cubano Wilmar Villar murió en un hospital de la ciudad de Santiago de Cuba, unos 900 kilómetros al este de La Habana, informó la bloguera y crítica del gobierno Yoani Sánchez.  

"Hable con Maritza Pelegrino, esposa de Wilmar Villar, y confirma su muerte", tras realizar una huelga de hambre, dijo la noche del jueves en su cuenta de Twitter.  

Elizardo Sánchez, portavoz de la ilegal pero tolerada Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional (CCDHRN), señaló que Villar estaba en su lista de "presos políticos".  

Agregó que fue sentenciado en noviembre pasado a cuatro años de cárcel acusado de desacato y atentado a la autoridad.  

El 25 de noviembre inicio su ayuno voluntario. Expiró en el hospital clínico quirúrgico de Santiago de Cuba, según Sánchez.  

Anotó que Villar era miembro de un grupo denominado "Unión Patriótica de Cuba", que encabeza el expreso político José Daniel Ferrer, quien también se confirmó el deceso.  

El gobierno cubano considera a los disidentes isleños "mercenarios" al servicio de la política de Estados Unidos contra Cuba.