Epidemia de cólera amenaza a 200 mil personas en Haití

PUERTO PRÍNCIPE, HAITÍ (13/NOV/2010).- En Haití, el panorama de por sí desolador, lejos de mejorar, empeora. Tan sólo este año, el pueblo haitiano fue azotado en enero por un sismo que cobró más de 250 mil vidas y 1.3 millones de desplazados, según la misión de ONU en el país caribeño.

Ahora son las enfermedades las que ponen en jaque al rudimentario sistema sanitario. El brote de cólera que comenzó a mediados de octubre ha matado ya a 796 personas, según el último balance del ministerio de Salud haitiano, 13 de ellos en la capital.

Tal escenario llevó a la ONU a lanzar un llamado por fondos de emergencia para “evitar verse desbordada” por una epidemia que amenaza más que nada a las víctimas del terremoto de enero.

De acuerdo con las fuentes sanitarias, el balance por hospitalizaciones ascendió a 12 mil 303.

La inquietud por la propagación de la epidemia crece sobre todo en Puerto Príncipe, una capital superpoblada donde centenares de miles de haitianos duermen en campamentos desde el sismo del 12 de enero.

Según las estadísticas publicadas en la página de internet del ministerio de Salud, 497 muertos, del total de fallecidos declarados, se registraron en el Departamento de Artibonite, principal  foco de la epidemia. De los 10 departamentos de Haití, cinco están directamente afectados por la epidemia, según un documento de la ONU, que además pidió con urgencia 163.8 millones de dólares para combatir la eclosión, desde mediados de octubre.

“Necesitamos absolutamente este dinero cuanto antes para evitar vernos  desbordados por esta epidemia”, explicó la portavoz de la Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA), Elisabeth Byrs.

La organización prevé que cerca de 200 mil personas manifestarán síntomas de cólera, con diarreas ligeras y una deshidratación severa.

La Cruz Roja consideró urgente adoptar todas las medidas posibles ya que de propagarse la enfermedad por los campos de desplazados en la capital haitiana causaría “una tragedia humana sin precedentes”.

El cólera también podría extenderse hacia la vecina República Dominicana, agregó el organismo internacional.

El Gobierno de Estados Unidos transferirá en los próximos días 120 millones de dólares —aproximadamente una décima parte de la cantidad total prometida— al Fondo de Reconstrucción de Haití manejado por el Banco Mundial, dijo P. J. Crowley, vocero del Departamento de Estado.

TELÓN DE FONDO
Dos versiones sobre el origen de la mortal eclosión

La alta contaminación de los ríos cuyos torrentes son un fétido espacio donde la población suele bañarse, lavar la ropa y consumir el agua es una de las hipótesis del origen del brote de cólera en Haití.

El Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente advirtió hace meses por la acumulación de basuras y desechos en las calles y alertó de que aguas residuales estaban siendo vertidas a los cauces. También a aludió a una deforestación masiva.

Especialistas creen que es un milagro que la eclosión (brote) no se hubiera producido antes en un país donde los ríos están contaminados de heces humanas, desperdicios de comida podrida, botellas, animales muertos y basura, un pequeño mar de inmundicias despreciables.

Fue lo que sucedió en la zona del puerto de Saint Marc, al norte de Puerto Príncipe. En meses recientes, las torrenciales lluvias desbordaron el Río Arbonite y sus aguas contaminadas inundaron poblaciones enteras.

En menos de dos semanas comenzaron a aparecer los primeros enfermos por cólera, enfermedad que generalmente se contagia por el consumo de alimentos o agua contaminados por la bacteria y no suele transmitirse de persona a persona.

Sin embargo, para el Gobierno haitiano, la epidemia fue traída al país. La senadora del Departamento de Plateau Central, Edmonde Suplice Beauzile, atribuye la crisis a un contingente de las Naciones Unidas proveniente de Nepal.

Con base en sus la senadora pidió una investigación independiente sobre la responsabilidad de la Misión de Naciones Unidas en Haití en la propagación de la epidemia. “Está claro que (el contingente nepalés de la Misión de Naciones Unidas para la Estabilización de Haiti, la MINUSTAH) dejó sus materias fecales cerca del Río Melle”, un afluente del Río Artibonite a su paso por Mirebalais.