Encabeza cardenal venezolano en Roma misa en honor a Chávez

CIUDAD DEL VATICANO (08/MAR/2013).- A tres días de la muerte del presidente Hugo Chávez, el cardenal de Venezuela, Jorge Urosa, encabezó hoy en Roma una misa para pedir por el eterno descanso del mandatario.
 
"Pedimos por el eterno descanso del presidente de nuestra amada República de Venezuela, recientemente fallecido, luego de haber pasado una larga y tormentosa enfermedad", dijo el prelado, quien llamó a los venezolanos a permanecer unidos y en paz tras el deceso de Chávez.
 
Urosa encabezó la celebración eucarística en la iglesia de Santa María del Monte, en el centro de la capital italiana.
 
A un par de horas de que se confirmara la fecha de inicio del cónclave para elegir al sucesor del Papa Benedicto XVI, que será el próximo 12 de marzo, Jorge Urosa, el único cardenal elector de Venezuela invitó a los presentes a orar para que "el señor conceda el eterno descanso" a Chávez.
 
El mandatario venezolano falleció el martes pasado víctima de un cáncer que padecía desde 2011.
 
Ante una centena de feligreses y decenas de periodistas, el purpurado recordó que cuando Chávez estuvo preso en 1992 y detenido en abril de 2002 durante el golpe de Estado, el mandatario fue protegido por varios obispos venezolanos.
 
Manifestó sus sinceras condolencias a los familiares, amigos y seguidores de Chávez, así como a autoridades del país sudamericano.
 
Sin hacer ninguna alusión a la personalidad y actos de Chávez, elevó sus oraciones para que en "nuestra querida patria venezolana podamos resolver nuestros conflictos en paz y para que nos conceda un Papa según el corazón de Dios".
 
Durante la celebración eucarística, en la que participaron un obispo colombiano y 20 sacerdotes, también se pidió para que todos los venezolanos, especialmente los católicos, independientemente de su tendencia política, trabajen por la paz de Venezuela.
 
La iglesia romana de Santa María del Monte fue otorgada a Urosa en 2006 por el Papa Benedicto XVI como su parroquia en Roma, territorio en donde todos los cardenales tienen asignada una iglesia.