En Francia, llega reforma de jubilación al Senado

PARÍS, FRANCIA (05/OCT/2010) .- La reforma de la jubilación que impulsa el  presidente conservador francés Nicolas Sarkozy llegó el día de hoy al Senado donde  el gobierno lo defendió como un "proyecto profundamente justo", mientras crece  la presión sindical con un llamado a huelga indefinida en los transportes  parisinos.

"El gobierno no dará marcha atrás en el aumento de las edades porque esta  medida es esencial para el equilibrio del sistema" de jubilación, sostuvo el  ministro de Trabajo, Eric Woerth, al referirse a los dos puntos claves de la  reforma más importante de la presidencia de Sarkozy.

El texto que el 15 de septiembre pasado aprobaron los diputados de la  mayoría gobernante (UMP, derecha), prevé aumentar de 60 a 62 años la edad  mínima para tener derecho a jubilarse, y de 65 a 67 años la edad para cobrar  una pensión completa. Además aumentará el periodo de aportes de 40 a 41.5 años.

"Nuestro proyecto es profundamente justo y humano", sostuvo Woerth al abrir  el debate en la cámara Alta pasadas las 16:00 horas locales (09:00 hora México) en medio de  las protestas de los senadores de la oposición de izquierda, muchos de los  cuales lucían su banda tricolor.

El ejecutivo afirma que el aumento de la esperanza de vida y un déficit del  sistema de pensiones que la crisis triplicó en 2010 a 32 mil  millones de euros  (39 mil millones de dólares) justifican esta reforma.

Woerth se declaró dispuesto a discutir algunos puntos referidos a la  jubilación de discapacitados, de desocupados de más de 50 años, de quienes han  hecho trabajos difíciles y de las mujeres.

En el Senado, la UMP necesita los votos centristas para obtener la mayoría.

Woerth aseguró que "150 mil de los 700 mil personas que se jubilan cada  año, seguirán yéndose a los 60 años" y enumeró a los países europeos --entre  éstos España-- y a Estados Unidos que han aumentado o aumentarán la edad mínima  de la jubilación.

"Todos esos países están equivocados", dijo con ironía el ministro mientras  frente al Senado varios miles de personas reclamaron a los senadores que no  voten el texto actual que llegó a la cámara Alta tres días después de que unos  tres millones de personas --según los sindicatos y menos de un millón según el  ministerio del Interior-- salieran a las calles por tercera vez en un mes para  rechazar la reforma.

"Da la impresión de que el gobierno está tensando (la situación). Será  responsable" de lo que ocurra, advirtió la primera secretaria del Partido  Socialista francés, Martine Aubry, antes de reunirse con los senadores del PS.

La dirigente socialista, cuyo partido prometió volver a los 60 años si gana  las elecciones presidenciales de 2012, pidió una vez más al gobierno que  "vuelva su reforma a cero" porque en su opinión "otra reforma es posible".

Mientras el debate promete ser agitado en el Senado, donde la oposición  presentó cerca de un millar de enmiendas al proyecto que debería ser aprobado  hacia el 15 de octubre, los sindicatos confirmaron la convocatoria a una nueva  jornada de manifestaciones y huelgas el martes 12 de octubre.

La intersindical llamó el lunes a "ampliar el movimiento" de protesta.

La seccional RATP --empresa pública de transportes parisinos-- de la CGT  convocó a una huelga indefinida a partir del 12 de octubre, medida a la que  podrían sumarse los ferroviarios de la CGT.

La Federación Nacional de Sindicatos Marítimos (FNSM) llamó a los 40mil  trabajadores del sector a una huelga prorrogable desde el martes próximo.

"La creciente exasperación en este país, no es sana", advirtió el martes  Martine Aubry que pidió al ejecutivo francés que "deje de hacer oídos sordos".