Sábado, 23 de Noviembre 2024
Internacional | Los ciudadanos se dieron cuenta que ''me he roto el alma en estos cuatro años''

El triunfo, un reconocimiento a una gestión: Cristina Fernández

Para la mandataria argentina, los ciudadanos se dieron cuenta que ''me he roto el alma en estos cuatro años''

Por: EL INFORMADOR

BUENOS AIRES, ARGENTINA (16/AGO/2011).- Luego de una aplastante victoria en las elecciones primarias, la mandataria argentina, Cristina Fernández de Kirchner, adjudicó su triunfo al trabajo realizado: “Lo interpreto como un reconocimiento a una gestión. Creo en una sociedad que vota positivamente; votó una gestión de Gobierno que viene desarrollándose desde 2003 con errores y aciertos, marchas y contramarchas”.

Además, consideró que los ciudadanos se dieron cuenta que “me he roto el alma en estos cuatro años”, así como lo hizo su fallecido esposo y antecesor, Néstor Kirchner, desde que comenzó a gobernar en 2003.

La jefa de Estado ofreció ayer una conferencia de prensa en la Casa Rosada, la primera en más de 18 meses y en la que apenas respondió cinco preguntas, en la que se mostró inusualmente amable y lejos ya de los discursos combativos que caracterizaron siempre su gestión.

También explicó que “la gente valora la capacidad de respuesta de sus dirigentes ante las crisis” y advirtió que “nunca nadie vota por una sola cosa, nadie es dueño del voto de nadie, es lo más importante de todo, los ciudadanos no tienen propietarios”.

Las declaraciones de Fernández respondieron al clima “derrotista” que la prensa opositora trató de construir a su alrededor después de que en los últimos meses el oficialismo fuera vencido en elecciones locales en Buenos Aires y Santa Fe.

Pese a los resultados contundentes, la presidenta convocó a sus simpatizantes a “no creérsela, yo nunca me la creí, milito desde muy joven, hemos tenido éxitos y derrotas pero he aprendido más de las derrotas que de los triunfos”.

La mandataria argentina también se negó a asumir que ya tenga asegurada la reelección en los comicios presidenciales del próximo 23 de octubre.

“Para hacer guiso de liebre, primero necesitamos la liebre”, ironizó la jefa de Estado, al señalar que por ahora ni siquiera puede pensar en los cambios de gabinete que serán necesarios para enfrentar un posible segundo mandato.

Serena y sonriente durante la conferencia, Fernández se negó a hacer un balance de la elección que ganó con 50% de los votos, a casi 40 puntos de distancia de sus más cercanos competidores, Ricardo Alfonsín, Eduardo Duhalde y Hermes Binner. 

“Los análisis se los dejo a ustedes, yo interpreto los resultados como un reconocimiento a una gestión, creo en los votos positivos, creo que se votó una gestión de gobierno que viene desde 2003 con aciertos errores”, señaló.

“Éste es un resultado sorpresivo, incluso para el oficialismo, por la magnitud del triunfo”, dijo el analista político Jorge Arias, de la consultora Polilat.

Según el experto, la amplia victoria lograda por Fernández está relacionada con un “voto bolsillo” de electores que apuestan por la continuidad de la bonanza económica que atraviesa Argentina, país que este año proyecta crecer 8.2 por ciento.

“Hubo una dispersión del voto opositor. La gente, para generar una alternativa de cambio, necesita tener la creencia de que está votando por alguien que puede disputar el poder. La oposición no logró construir esta sensación en el inconsciente colectivo”, apuntó Arias.

Para el experto, la recuperación del oficialismo del duro resultado obtenido en los comicios legislativos del 2009 —cuando apenas obtuvo un tercio de los votos y sintió el castigo de los sectores medios y rurales tras la disputa con el campo en 2008— se relaciona con el buen desempeño económico que ha tenido Argentina en un mundo signado por la crisis global.

En particular el sector agropecuario se vio beneficiado por buenas cosechas y altos precios en los granos.

Por su parte, el analista Rosendo Fraga coincide con que “una economía en crecimiento y una oposición dividida cuyas principales caras —Alfonsín y Duhalde— no lograron presentarse como una opción renovadora, dejando que Cristina con eficacia se quedara con la imagen de lo nuevo, explican la contundente victoria” de un kirchnerismo que lleva ocho años y medio en el poder.

“El contundente triunfo de Cristina Fernández deja muy pocos márgenes a la oposición con vistas a la elección presidencial del 23 de octubre”, señaló Fraga, del centro de estudios Nueva Mayoría.

Para el experto, el resultado obtenido por Fernández sumado al “triple empate entre sus principales candidatos” dibujan el mejor escenario posible para el oficialismo.

Análisis
“Fin del eclipse”


Orestes E. Díaz Rodríguez

Hizo falta un “ensayo” general de elecciones, eso fueron las primarias, para que se desvanecieran de golpe las supercherías recreadas desde distintos ángulos del arco opositor anti Cristina, que impedía visualizar correctamente la inclinación potencial del votante, que esta vez renunció a la ambivalencia de las dobles lecturas a favor de una misiva contundente y diáfana.

No importa el escándalo de las Madres de la Plaza de Mayo, ni las derrotas de los candidatos oficialistas en las gubernaturas de regiones clave, ni el fantasma de la inflación, Cristina Fernández continúa con el estado de gracia.

Ella lo identifica como la herencia de Néstor. Pero el votante lo asocia con el fin del eclipse y la propia emergencia de la figura de la mandataria. Una mezcla de compasión, complicidad afectiva, fragilidad de género, glamur, carisma y, sobre todo, de elevación del consumo, apoyo a los vulnerables, estabilidad y determinación. Un producto de una mutación entre dos Michelle, Bachelet y Obama. Finalmente el electorado superó sospechosas predisposiciones y apostó por no suicidarse ante un mundo incierto. Cristina ganó en todas las regiones del país, salvo en el feudo de la familia Rodríguez Saa, la provincia de San Luis.

La oposición leyó mal las primarias. Cada fuerza entendió la convocatoria como la posibilidad de legitimarse como líder del variopinto arco. El resultado es desalentador, el voto opositor se fraccionó y tampoco emergió un liderazgo indiscutido. La conformación de un bloque para octubre se ve además debilitado, debido a que el candidato que renuncie a favor de otro, deja huérfana su lista de diputados y senadores nacionales que no contarían con el efecto arrastre de su candidato presidencial.

De cualquier forma los argentinos anunciaron que difícilmente confiaran su futuro a una alternativa política improvisada aquejada de problemas de acción colectiva.

Hasta las elecciones de octubre, Cristina sólo se dedicará a administrar la victoria. Y eso se consigue con un tono conciliador y humilde como el que mostró ayer.

La imagen de su consagración llegó, sin embargo, desde Europa. Mauricio Macri, quizás el principal referente opositor, ni siquiera participó en  los comicios, se fue de vacaciones al viejo continente.

El eclipse concluyó. Quien brilla es Cristina.

Mtro. Orestes E. Díaz Rodríguez, UDG
www.orestesenrique.wordpress.com

CLAVES
La marcha hacia la reelección

1 La estabilidad económica y la debilidad de los opositores fueron claves del triunfo arrasador de la presidenta Cristina Fernández.

2 El nivel de adhesión logrado en estas primarias por el gobernante Frente para la Victoria, logra el mejor resultado electoral desde que el fallecido Néstor Kirchner accedió al Gobierno en 2003. Incluso supera al 45.29% que obtuvo Fernández en los comicios presidenciales de 2007.

3 Cristina obtuvo la mayoría de los votos en 23 de las 24 provincias del país, y se impuso en distritos que por historia fueron adversos al oficialismo, como la ciudad de Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe.

4 La mandataria argentina no ganó en San Luis, donde la mayoría (54%) fue para Alberto Rodríguez Saá.

5 El triunfo de Fernández tiene en la otra cara de la moneda un resultado magro en el arco opositor, sin ningún candidato que haya logrado un nivel de adhesión que le permita instalarse como líder de la oposición.

6 Con miras a las elecciones generales del 23 de octubre, la Constitución argentina establece que para ganar las presidenciales en primera vuelta hace falta reunir 45% de los votos, nivel que ha superado este domingo Fernández, o al menos 40 % de los sufragios con 10 puntos de ventaja por sobre el segundo.

FRASE

''
La derrota me pertenece, entre los candidatos de la oposición fuimos los peor posicionados ''

Elisa Carrió,
aspirante a la presidencia argentina.

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