Jueves, 10 de Octubre 2024
Internacional | En Chile y Argentina gobiernan mujeres; y en Estados Unidos y en Paraguay hay candidatas con muchas posibilidades

El efecto Bachelet, un apoyo de las chilenas frente a la violencia machista

El año pasado, la prensa dio la voz de alarma porque 62 mujeres murieron a manos de sus maridos, compañeros, novios o ex parejas

Por: EL INFORMADOR

SANTIAGO DE CHILE.- Cuando era candidata a la Presidencia de la República, una mujer se acercó a Michelle Bachelet y le dijo: "yo voy a votar por usted, porque así mi marido me pegará menos".
Esa frase conmovió a la actual presidenta de Chile, que conocía de cerca los abusos contra las mujeres por su profesión médica, y al llegar a La Moneda, convirtió la lucha contra la violencia machista en una tarea de Estado.
El año pasado, la prensa dio la voz de alarma porque 62 mujeres murieron a manos de sus maridos, compañeros, novios o ex parejas; en el año 2004 fueron asesinadas 70 "y no apareció en ningún medio de comunicación", señala la ministra directora del Servicio Nacional de la Mujer (Sernam), Laura Albornoz
¿Qué ha pasado en Chile para que las agresiones y crímenes antes llamados "pasionales" se hayan convertido en uno de los problemas que mayor alarma social causan? Según explica a Efe la ministra Albornoz, se trata del "efecto Bachelet".
"Llegó una mujer a la Presidencia de Chile y se empezó a llamar a las cosas por su nombre; dijo que iba a perseguir a los cobardes y a castigar a los agresores y esto se convirtió en un tema nacional".
La violencia contra la mujer es tan antigua como la historia misma y se da en todos los sectores socioeconómicos, añade Albornoz.
"No creo que en Chile haya aumentado la violencia contra las mujeres; lo que sucede es que se empezó a hablar del feminicidio cuando una mujer asumió la Presidencia de la República, porque ella puso el tema encima de la mesa".
La prensa, los políticos y la sociedad en general han ido asumiendo estos conceptos para darle su verdadera dimensión.
Se les dejó de llamar 'crímenes pasionales' y se empezó a hablar de feminicidios.
La toma de conciencia ha llegado hasta tal punto, que hace dos semanas, durante la actuación de Franco de Vita en el Festival de Viña del Mar, un grupo de mujeres desplegó una enorme pancarta que decía "¡No más agresiones contra las mujeres!".
En ese momento, el cantante venezolano, conocido por su sensibilidad ante este problema, exclamó "¡A una mujer no hay que tocarla ni con el pétalo de una rosa!", lo que arrancó una gran ovación de los 15 mil espectadores.
Para arreglar el problema hacen falta casas de acogida, centros de atención ambulatoria y teléfonos de emergencia, pero también modificar la ley.
La que está en vigor, aprobada en 2005, creó la figura del maltrato habitual y tipificó como parricidio el asesinato de una mujer a manos de su cónyuge o pareja de hecho.
Pero el Gobierno la considera insuficiente y por eso ha enviado al Parlamento un proyecto de ley que endurece el régimen de sanciones y tipifica penalmente la conducta de agresores que sean progenitores, ex cónyuges o novios (el 8 por ciento de las mujeres asesinadas el año pasado eran chicas de menos de 19 años).
En Chile y Argentina gobiernan mujeres; y en Estados Unidos y en Paraguay hay candidatas con muchas posibilidades, "pero el que una mujer asuma el poder no asegura la igualdad ni garantiza que la situación vaya a cambiar", advierte la ministra.
"En el caso de España -dice- quien más ha avanzado en la política de equidad de género es un hombre, el presidente (José Luis) Rodríguez Zapatero".
Aún así, la llegada al poder de Bachelet -una militante socialista torturada durante el régimen de Augusto Pinochet y cuyo padre fue asesinado por ser un militar leal al Gobierno constitucional- despertó grandes esperanzas.
Cuando Gabriela Mistral recibió el Premio Nobel de Literatura, en Chile faltaban todavía algunos años para que las mujeres votaran por primera vez (en 1949) y más aún para tener la primera senadora (1951). Hoy, más de medio siglo después, sólo hay dos.
Por eso, la ministra defiende firmemente el establecimiento obligatorio de cuotas en las listas electorales.
"En Chile, las mujeres estamos más capacitadas, tenemos más años de estudio (11,8 frente a 10,7 de los hombres), mejores calificaciones en la enseñanza secundaria y universitaria y acaparamos las becas de posgrado en universidades extranjeras, pero el 90,4 por ciento de las listas electorales las conforman hombres".
Con un 40,3 por ciento, Chile sigue por debajo de la media de participación laboral femenina en Latinoamérica, que es del 45 por ciento, aunque ahora 3 de cada 4 nuevos empleos son para mujeres.


EFE 08-03-2008 09:15 LNA

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