BRASILIA, BRASIL (26/AGO/2016).- La fase final del juicio político contra la presidenta brasileña Dilma Rousseff comenzó ayer con un ambiente caldeado en el Senado e insultos entre sus partidarios y aquellos que exigen su destitución, que puede ser decidida la semana próxima.El inicio de la sesión, dedicada inicialmente a escuchar a los testigos de la acusación y la defensa, fue atrasado por senadores de izquierda que apoyan a Rousseff y formularon numerosas cuestiones previas en las que pidieron desde la suspensión hasta la anulación del trámite por unos alegados “errores procesales”.Las demandas fueron rechazadas una a una por el presidente de la Corte Suprema, Ricardo Lewandowski, quien dirige la fase final del juicio político en su carácter de garante constitucional, pero los ánimos de los senadores, convertidos ahora en jueces, se enervaron.Los debates generados por esas demandas dejaron en evidencia el carácter político del proceso, que si bien se apoya en asuntos jurídicos, tiene como jueces a los 81 senadores, que sus primeros escarceos hicieron oídos sordos a un pedido hecho por Lewandowski.Desde los grupos de izquierda se acusó a quienes demandan la destitución de Rousseff de “golpistas”, al tiempo que desde el otro lado, mayoritario, se llegó a exigir que “los corruptos” del Partido de los Trabajadores (PT), de la presidenta, “vayan a prisión”.Tras varios conatos de bronca, compareció el procurador del Ministerio Público de Cuentas Julio Marcelo de Oliveira, que detectó las irregularidades que sustentan el proceso y detalló las prácticas ilegales que supuestamente cometió la mandataria.GUÍAQué hay detrás del juicio político a Rousseff¿De qué acusan a Dilma?Dima Rousseff está acusada de actuar ilegalmente al trasladar fondos entre presupuestos. Los partidos de oposición dicen que lo hizo para impulsar el gasto público y ganar el apoyo popular, además de maquillar sus déficits. Rousseff alega que otros presidentes utilizaron en su momento técnicas contables similares.¿Cómo será el juicio?El presidente de la Corte Suprema de Brasil, Ricardo Lewandowski, presidirá el proceso en el que los senadores interrogarán a los testigos presentados por ambas partes. Se espera que Rousseff comparezca el lunes. Se espera una votación a mediados de la semana próxima. Es necesaria la aprobación de 54 de los 81 senadores para condenarla.¿Qué sucede si es declarada culpable?Una condena significaría retirar permanentemente Rousseff de la presidencia y prohibirle que desempeñe cualquier cargo durante ocho años. El presidente interino Michel Temer completaría el mandato original de Rousseff, que termina el 21 de diciembre de 2018. Si es declarada culpable, es probable que Rousseff apele al máximo tribunal del país.¿Qué pasa si es absuelta?Regresaría a la presidencia. Ella ha prometido que si eso sucede, convocará a un plebiscito para que los votantes decidan si quieren elecciones presidenciales anticipadas.¿Qué quieren los brasileños?Están hartos de los políticos en general. Tanto Rousseff como Temer son muy impopulares. Una encuesta realizada el mes pasado por Datafolha encontró que 62% quiere nuevas elecciones para resolver la crisis, pero antes de que puedan efectuarse, tanto Rousseff como Temer tendrían que renunciar o ser retirados del cargo.