Lunes, 25 de Noviembre 2024
Internacional | Se dice ''consciente de la gravedad y de la novedad'' de su renuncia

El Papa se despide con un mensaje de confianza en la Iglesia

Se dice ''consciente de la gravedad y de la novedad'' de su renuncia, pero aclara que no abandona su cruz

Por: AFP

CIUDAD DEL VATICANO (27/FEB/2013).- Benedicto XVI confesó este miércoles que en sus ocho años de papado vivió días agitados pero, en su último mensaje como pontífice, animó a los miles de fieles congregados en la plaza de San Pedro a confiar en una Iglesia "viva" que Dios "no dejará hundirse".

El Papa escogió para este día histórico mencionar los Evangelios y aseguró que era "consciente de la gravedad y de la novedad" de su renuncia, la primera de un pontífice en siete siglos, que se hará efectiva el jueves a las ocho de la noche (19H00 GMT).

"El Señor nos ha dado muchos días de sol y ligera brisa, días en los que la pesca fue abundante, pero también momentos en los que las aguas estuvieron muy  agitadas y el viento contrario, como en toda la historia de la Iglesia [cuando]  el Señor parecía dormir", afirmó al mencionar indirectamente las controversias  y escándalos que marcaron su breve pontificado.

Benedicto XVI, de 85 años, dijo que se ha sentido como San Pedro con los apóstoles en la barca en el lago de Galilea.

"Siempre he sabido que la barca de la Iglesia no es mía, no es nuestra, sino Suya, y no la dejará hundirse", afirmó en su mensaje final.

Bajo un sol resplandeciente y en medio de fuertes medidas de seguridad,  grupos de peregrinos ovacionaron al Papa alemán cantando y clamando en su  honor: "¡Benedicto!, ¡Benedicto!".

"Estoy contento porque esa ha sido la voluntad del Señor", comentó el  cardenal ecuatoriano Raúl Eduardo Vela Quiroga, entre los numerosos purpurados  que asistieron a la despedida.

"Un Papa no está sólo en la barca de Pedro y por esto quiero dar las gracias a todos los que me han acompañado. Nunca me he sentido sólo", dijo Benedicto XVI desde la tarima central de la explanada, con rostro sereno y en  ocasiones sonriente.

Durante esta inédita despedida papal transmitida en directo por televisión, el jefe de la Iglesia católica explicó que "no abandona la cruz", una respuesta  al desconcierto y a las críticas que ha suscitado su gesto entre algunos católicos.

"He dado este paso consciente de la gravedad y de su novedad. Amar a la  Iglesia significa también tomar decisiones difíciles", recalcó el pontífice, al dirigirse a la multitud: "Hoy vemos cómo la Iglesia está viva, en un momento en  que muchos hablan de su declive".

Benedicto XVI aprovechó para agradecer a los miembros de la Curia Romana,  salpicados en los últimos tiempos por denuncias de corrupción.


"No vuelvo a la vida privada"

"El Papa pertenece a todos y quiero dar las gracias a los que en estos días  me han mandado mensajes", aseguró.

A los católicos de todo el mundo advirtió que renuncia en adelante a  viajes, conferencias y recepciones: "No vuelvo a la vida privada", indicó.

La renuncia del Papa marca un precedente en la historia de la Iglesia  católica moderna y al mismo tiempo obliga a su sucesor a encarar los retos de  la milenaria institución para generar un impulso modernizador y pesar en el  mundo globalizado, como representante de 1.200 millones de católicos.

En la catedral de la Habana, el nuncio apostólico en Cuba ofició una misa  de acción de gracias para al Papa mientras que en Portugal un grupo de  católicos confeccionó 400 mil carteles con su efigie y pidió a los creyentes  que los expongan en sus ventanas para darles gracias al pontífice.

"Quisiera que cada uno de vosotros sintiera la alegría de ser cristiano, de  ser amado por Dios, que ha sacrificado a su Hijo por nosotros", escribió al  término de la audiencia en el que podría ser su último tuit.

El jueves por la tarde, Joseph Ratzinger, su nombre civil, que tras su  renuncia tendrá el título de "Papa Emérito", saldrá del Vaticano en helicóptero  hacia Castelgandolfo, 25 kilómetros al sur de Roma, la residencia de verano de  los Papas donde vivirá dos meses antes de instalarse en un monasterio dentro  del Vaticano.

Un día después empezarán las llamadas "congregaciones", es decir las  reuniones previas al cónclave en las que los cardenales empiezan a definir el  perfil del nuevo Papa.

Según la prensa italiana, el cónclave podría empezar el 10 o el 11 de marzo  mientras que el cardenal peruano Juan Luis Cipriani, uno de los 116 electores  del cónclave, aseguró que "habrá nuevo Papa antes de Semana Santa".

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