El Papa, preocupado por sectas, violencia y narco en América

CIUDAD DEL VATICANO (09/DIC/2012).- Benedicto XVI expresó hoy su preocupación por el impacto del narcotráfico, la violencia, la pobreza, el avance de las sectas y una mentalidad que atenta contra la dignidad de la persona en el continente americano.

El Papa aseguró que sólo el encuentro con "Cristo vivo" puede transformar verdaderamente a esa región del mundo, durante un discurso que pronunció ante los participantes en un congreso sobre la actualidad de la Iglesia en América en la Basílica de San Pedro del Vaticano.

Ante cardenales, obispos, sacerdotes y fieles de casi todos los países del continente, el líder católico aseguró que mantiene a los pueblos americanos muy presentes en su oración, a los cuales recuerda "con la mente y el corazón".

Reconoció que los fieles de esa parte del mundo tienen una especial devoción por el papa, cosa que pudo experimentar no sólo durante sus visitas pastorales a algunos países, sino también en sus encuentros con obispos y feligreses en Roma.

Según Joseph Ratzinger, unos 15 años atrás, cuando Juan Pablo II convocó una cumbre de obispos americanos para analizar la situación en esas tierras, él apuntaba ya a retos y dificultades que en la actualidad siguen presentes con "singulares y complejas" características.

Entre otros señaló al avance del secularismo y de los diferentes grupos religiosos que se expanden por todas las latitudes, dando lugar a numerosas problemáticas.

Estableció que la educación y promoción de una cultura por la vida tienen una urgencia fundamental ante la difusión de una mentalidad que atenta contra la dignidad de la persona y no favorece ni tutela la institución matrimonial y familiar.

"¿Cómo no preocuparse por las dolorosas situaciones de emigración, desarraigo o violencia, especialmente las causadas por la delincuencia organizada, el narcotráfico, la corrupción o el comercio de armamentos?", indicó.

"¿Y qué decir de las lacerantes desigualdades y las bolsas de pobreza provocadas por cuestionables medidas económicas, políticas y sociales?", apuntó.

Advirtió que la Iglesia católica está convencida que las soluciones adecuadas a estos flagelos pueden venir sólo del encuentro con Cristo viviente, capaz de transformar actitudes y caminos en base al amor y la verdad.

"Esta es la fuerza decisiva que transformará al continente americano", estableció.