El PMA pide más fondos para combatir la crisis de hambre en Guatemala

LONDRES, INGLATERRA.- El Programa Mundial de Alimentos ( PMA) pidió hoy más fondos para combatir la crisis de hambre en Guatemala, donde el Gobierno declaró la semana pasada el "estado de calamidad" por la escasez de comida que afecta a miles de familias pobres.

En una rueda de prensa celebrada en Londres, la directora del organismo humanitario de la ONU, Josette Sheeran, afirmó que el PMA necesita dinero para aliviar la situación de cientos de miles de guatemaltecos al borde de la hambruna.

De hecho, la agencia de Naciones Unidas se está viendo obligada a reducir sus operaciones en el país centroamericano "debido a una falta de financiación, justo cuando el Gobierno más necesita nuestra ayuda, pero, lo que es más importante, cuando niños, mujeres y otros necesitan nuestro apoyo", subrayó Sheeran.

"Afrontamos recortes en nuestro programa en un momento en que deberíamos estar potenciándolo", insistió la directora del PMA, al recalcar que ese organismo, pese a todo, prepara "un plan de acción de emergencia para Guatemala".

"Efectuaremos un llamamiento por separado para atajar lo que Guatemala ha declarado como calamidad nacional. Pedimos al mundo que nos ayude con eso", agregó Sheeran.

Según precisó a EFE Greg Barrow, coordinador internacional del PMA para medios de comunicación, el Programa Mundial de Alimentos necesita "fondos para asistir a 350 mil personas" en el país centroamericano.

Barrow también advirtió de que "se está agotando" la financiación del programa del PMA para la distribución de Vitaceral (cereal reforzado con vitaminas que se comercializa en Guatemala) entre los más necesitados.

Si no llega financiación adicional, unos 100 mil niños menores de 3 años y unas 50 mil mujeres embarazadas y lactantes se quedarán sin Vitarecal.

El Gobierno de Guatemala declaró la semana pasada el "estado de calamidad pública" ante la grave escasez de alimentos que golpea a más de 54 mil familias pobres y ha causado la muerte de varios niños por hambre.

Aparte de las dramáticas consecuencias de la crisis económica sobre los más pobres, el país centroamericano también padece una fuerte sequía inédita desde hace años, lo que ha provocado la pérdida de la producción agrícola en las zonas afectadas.