Ejército venezolano rechaza ''rumores desestabilizadores''

CARACAS, VENEZUELA (25/FEB/2013).- El ministro de la Defensa de Venezuela, almirante Diego Molero, llamó al “pueblo bolivariano” a desestimar “rumores desestabilizadores” y dijo que militares y gobierno están trabajando “en perfecta armonía”.

En mensajes difundidos a través de la red social Twitter, el almirante Molero hizo un “llamado al pueblo bolivariano a no hacerse eco de rumores desestabilizadores”.

Añadió que el Comandante (Hugo) Chávez, el vicepresidente (Nicolás) Maduro y sus ministros estamos trabajando en perfecta armonía por esta Patria buena.

Subrayó que la “#FANB está más unida que nunca esperando total recuperación del Comandante Chávez”, quien está ingresado en el Hospital Militar desde el pasado lunes, cuando regresó de Cuba, donde se sometió a una cuarta operación por el cáncer que padece.

El pasado viernes circularon por la red social posteos que indicaban el cierre del acceso al Palacio de Miraflores (sede de gobierno) y problemas en el militar Fuerte Tiuna, desmentidos por voceros del Gobierno, que acusaron de esos rumores a la oposición.

Ayer en el Hospital Militar fue colocada una gran pancarta gigante con el rostro de mandatario y el lema  “Chávez  vive y sonríe”. Pero la gente ya no está tan segura de que esté en el nosocomio. “Unos dicen que está mejorando, otros que peor, otros que en Cuba o muerto, hay tantos rumores que uno no sabe qué pensar”, dice José Acosta, de 24 años y que trabaja en la panadería  ‘J. Kelly’, a pocos metros.                            
Con información de NTX/AFP

POR CIERTO
Está al tanto de economía

El ministro de Planificación y Finanzas, Jorge Giordani, afirmó que el presidente Hugo Chávez, está “permanentemente” al tanto de las decisiones económicas que toma el Gobierno, entre ellas la reciente devaluación del32 % de la moneda local.

“Yo recuerdo inclusive en un día, el 28 de diciembre, cuando él llamó y yo quedé sorprendido, me estaba haciendo preguntas muy específicas de todas las medidas que estamos preparando”.

ANÁLISIS

¡De una vez!

Orestes E. Díaz Rodríguez (Maestro de la UdeG)

Aunque el debate de los motivos que condujeron a la renuncia de Benedicto XVI, el Papa teólogo, continúan, el eco más benéfico de ese acto parece haber calado en líderes de la región sobre los que recaen sospechas o acumulan evidencias suficientes de inclinaciones vitalicias.

En Quito, Rafael Correa aseguró que la renuncia del máximo referente del Vaticano es una decisión revolucionaria, y sobre las perspectivas de que su permanencia en el poder se extienda mediante una reforma constitucional que introduzca la cláusula de reelección indefinida, el mandatario ha asegurado que una vez concluido el mandato se alejará del poder.

En Caracas, el periodista Nelson Bocaranda Sardi ha revelado, que lejos de su mentor isleño, el presidente Hugo Chávez  nuevamente es asediado  por la pregunta existencial que lo desvela, para qué juramentar si más temprano que tarde anunciará la ausencia absoluta.

Entretanto en La Habana, el episodio de  “Mi general”  bromeando sobre una posible renuncia al cargo se convirtió en titular obligado de los principales medios.

Lejos de mostrar sorpresa y reservas por las declaraciones, la opinión pública debiera reaccionar tomándoles la palabra.

A  Rafael Correa, por ejemplo, habría que sugerirle que reiterara su compromiso en una ocasión oficial como la toma de protesta que se avecina.

Al presidente Hugo Chávez hay que hacerle llegar el mensaje de que ahora que tardíamente ha aceptado que su    es incurable y lo incapacita para ejercer el cargo, que no espere a recuperar  su voz para anunciarlo.

En cuanto a “Mi general”, aun sabiendo que en su caso una renuncia no entraña de ninguna manera renuencia a continuar con el control de la isla tras bambalinas, como una decisión de esa índole constituye al menos un reconocimiento póstumo de que cualquier estadía excesiva en el poder es absolutamente dañina e innecesaria para un país, sólo hay que replicarle: déjese de amagos, “Mi General”. No más, hágalo. ¡De una vez!

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