EL CAIRO, EGIPTO (18/SEP/2011).- Egipto se mostró hoy abierto a colaborar con un comité tripartito propuesto por Etiopía y en el que también participa Sudán, donde se revisarán los asuntos relacionados con una gran presa que los etiopes construyen sobre el río Nilo. En una rueda de prensa, el primer ministro egipcio, Esam Sharaf, elogió la iniciativa de su homólogo etiope, Meles Zenaui, de visita en El Cairo, de formar esa comisión para estudiar el proyecto de la presa del Nahda (renacimiento) en el Nilo Azul. El comité tiene el objetivo de analizar el impacto de esa iniciativa en las cuotas de agua de otros países de la cuenta del Nilo. Sharaf instó a acelerar la celebración de la primera reunión del comité y destacó que "será el comienzo correcto en la senda para construir la confianza y corregir conceptos". Hasta ahora, Egipto había rechazado tajantemente cualquier gran proyecto en las riberas del río que no contara con su consentimiento. Sharam señaló que Egipto, Sudán y Etiopía "pueden cooperar para establecer un desarrollo verdadero y global en la cuenca del Nilo Este para que la cooperación también se amplíe a otras áreas de desarrollo". Por su parte, Zenaui subrayó que su país nunca ha querido dañar los intereses de Egipto y que sus lazos históricos "están por encima de las diferencias". A su juicio, "las relaciones bilaterales registran un nuevo inicio en todas las áreas después de la revolución egipcia", indicó Zenaui. Agregó que el asunto del agua se va a resolver con un diálogo entre Egipto, Etiopía y Sudán:"Ninguna de estas tres partes se verá perjudicada por cualquier proyecto hídrico en Etiopía u otro país", aseguró el primer ministro de Etiopía. Zenaui afirmó que Adis Abeba procurará informar a Egipto y Sudán del avance del proyecto de la presa del Nahda a través de la comisión tripartita. El Cairo y Jartum siempre se han negado a firmar cualquier pacto que ponga en peligro lo que ellos denominan su "derecho histórico" al agua del río, con 6.670 kilómetros de longitud y otros ocho estados en su cuenca: Kenia, Uganda, Ruanda, Tanzania, Congo, Burundi, Eritrea y Etiopía. La postura egipcia se basa en los acuerdos conseguidos durante la primera mitad del siglo pasado, cuando Egipto y el Reino Unido, en nombre de las colonias británicas, firmaron un pacto en 1929 que concedía al país árabe la mayoría de los 84 billones de metros cúbicos que llegan anualmente a la parte baja del río. En 1956, Sudán se independizó del Reino Unido y tres años más tarde negoció un nuevo pacto con su vecino del norte que asignaba 55,5 billones de metros cúbicos a Egipto al año y 18,5 billones al régimen de Jartum, mientras que los diez millones restantes se consideraban perdidos por la evaporación y las filtraciones río arriba.