La decisión tuvo una buena acogida por parte del senador Carl Levin, que encabeza el Comité de Servicios Armados del Senado, que dijo que reflejaba la "realidad de las operaciones militares del siglo XXI" y por la Unión Estadounidense de Libertades Civiles, que presentó una demanda en noviembre buscando forzar al Pentágono a poner fin a la prohibición. "Este un paso histórico para la igualdad y para reconocer el rol que tienen las mujeres, y que continuarán teniendo, en defensa de nuestra nación", dijo la senadora Patty Murray. La decisión, que será anunciada más tarde, dará a los servicios militares hasta el 2016 para que busquen una exención si creen que algún trabajo debería permanecer cerrado para las mujeres, dijo el funcionario. No estaba claro cuándo comenzará a regir el cambio. "Este cambio de política iniciará un proceso por el cual los servicios desarrollarán un plan para implementar esta decisión, que fue tomada por el secretario de Defensa por recomendación de los Jefes del Estado Mayor Conjunto", agregó. La decisión anula una medida de 1994 que prohíbe que las mujeres sirvan en pequeñas unidades de combate. La medida llega casi un año después de que el Pentágono presentó una política que creó 14 mil trabajos para mujeres pero continuó prohibiendo su presencia en unidades de infantería, armada y operaciones especiales cuya función principal era en el frente de combate. Cuando fueron consultados el año pasado sobre por qué las mujeres que habían servido en Afganistán e Irak en búsquedas casa por casa y realizando tareas de seguridad aún tenían prohibido acceder a posiciones de combate, funcionarios del Pentágono dijeron que las fuerzas armadas querían ver cómo llevaban adelante las nuevas posiciones antes de levantar la veda. Aproximadamente un 2% de los muertos de estadounidenses en Irak y Afganistán han sido mujeres. Unas 280 mil mujeres han sido destinadas a zonas de guerra en la última década, un 12% del total de militares desplegados.Funcionarios de defensa señalaron que 10 años de combate dejaron en claro que algunas de las restricciones militares por género eran obsoletas porque las batallas que enfrentaron las tropas estadounidenses en Irak y Afganistán no tenían frentes definidos y no existían maneras obvias de limitar la exposición al combate."Esta política se ha vuelto irrelevante dado las batallas modernas con sus límites no lineales", dijo el Departamento de Defensa en un reporte al Congreso. Más de 200 mil mujeres sirven como miembros activos en las fuerzas armadas.