WASHINGTON, ESTADOS UNIDOS (29/NOV/2016).- El Pentágono reconoció "errores" de inteligencia y de marcación de objetivo en un ataque aéreo el pasado 17 de septiembre en el que se golpeó inadvertidamente a tropas del régimen sirio del Bachar al Asad.El Mando Central, encargado de las operaciones militares estadounidenses en Oriente Medio, publicó las conclusiones de una investigación en la que reconoce que hubo "varios factores que llevaron a una identificación errónea de objetivos y se recomienda la mejora de los procesos existentes" tras el ataque, en las cercanías de Deir ez Zor (Siria).Estados Unidos aseguró que pensaba que estaba atacando a una posición del Estado Islámico (EI), cuando en realidad se trataba de tropas fieles al régimen de Damasco."Los objetivos fueron identificados erróneamente basándonos en una interpretación razonable de la información disponible en un corto espacio de tiempo", explicó el Mando Central en su informe.El bombardeo cesó después de que el Ejército ruso avisara a los estadounidenses a través de los canales establecidos entre ambas Fuerzas Armadas de que estaba lanzando un ataque contra una posición del Gobierno sirio.La investigación ha hallado que "hubo 27 minutos críticos" en los que los rusos tuvieron que esperar al otro lado de la línea telefónica establecida para evitar escaladas sin que la contraparte estadounidense respondiera.La investigación interna del Mando Central recomienda revisar el modo en que se marcan objetivos, especialmente cuando estos son objetivos emergentes que requieren decisiones rápidas.Asimismo, pide una mejora de los modos de compartir información de inteligencia y la utilización efectiva de la línea telefónica con los rusos para evitar encontronazos en el teatro de operaciones sirio, donde ambos países actúan con diferentes objetivos.El general del división Richard Coe, encargado de la investigación, aseguró que las fuerzas del gobierno sirio "se comportaban y se parecían" a miembros del EI, e incluso no vestían uniformes con distintivos militares.El régimen sirio dijo que en el ataque murieron unos 62 soldados.