WASHINGTON, ESTADOS UNIDOS (30/MAY/2017).- Las Fuerzas Armadas estadounidenses van a lanzar este martes un cohete diseñado para interceptar un misil balístico intercontinental, la primera de unas pruebas en medio de preocupaciones ante el avance del programa de armas de Corea del Norte.Los expertos lanzarán este cohete interceptor desde la base Vandenberg de la Fuerza Aérea en California, y una réplica de un misil intercontinental será disparada desde el sitio de pruebas Reagan en las islas Marshall, en medio del Pacífico, explicó el Pentágono.Estos lanzamientos están programados para realizarse entre las 22:00 GMT del martes y las 02:00 del miércoles.La prueba se hará un día después de que Corea del Norte anunciase como exitosa la prueba de un misil balístico, el último de una serie de lanzamientos dirigidos a desarrollar misiles que puedan llegar hasta Estados Unidos.El portavoz del Pentágono, el capitán Jeff Davies, afirmó que la prueba pautada no se debía específicamente a las crecientes tensiones con Corea del Norte."En un sentido amplio, Corea del Norte es una de las razones por las que estamos probando este sistema", dijo."Corea del Norte ha expandido el tamaño y la sofisticación de sus fuerzas misilísticas", agrego Davies. "Siguen llevando a cabo lanzamientos misilísticos como el de este fin de semana y utilizando una agresiva retórica, sugiriendo que van a atacar Estados Unidos".Davies también habló de la creciente capacidad misilística de Irán como una amenaza a los intereses estadounidenses en Medio Oriente.El ejercicio probará el desempeño del sistema de "defensa en tierra a mitad del curso" (GMD), que ha tenido algunos problemas en ensayos previos.Aunque tuvo un resultado exitoso la última vez que fue probado en 2014, había fallado en los tres anteriores intentos contra misiles que se movían más lento que los intercontinentales.La tecnología que mueve el GMD es extremadamente compleja, y el sistema utiliza sensores desplegados globalmente para detectar y rastrear amenazas de misiles balísticos.En una estrategia que el Pentágono describe como similar a golpear una bala con otra bala -aunque a velocidades más altas-. El misil se lanza al espacio y luego despliega un "Vehículo Asesino Exoatmosférico" que utiliza energía cinética para destruir el objetivo que viene en camino.Si la prueba es exitosa probará que Estados Unidos tiene un sistema efectivo en tierra contra los misiles intercontinentales, aunque en escala limitada.El sistema se compondrá de 44 interceptores para finales de año, de modo que podrá enfrentar el ataque lanzado desde otro país con una lluvia de cohetes.Pero los interceptores, con bases en California y Alaska, podrían verse desbordados por un ataque de gran escala de países como Rusia o China, que podrían lanzar decenas de misiles al mismo tiempo.