"Pensé que en un año podíamos terminar los puntos de la agenda que convenimos; no ha sido así, pero estamos avanzado", dijo el mandatario durante la sesión matutina de los dignatarios que asisten a la cita iberoamericana en Panamá. "Nunca antes en ningún intento con las FARC habíamos avanzado tantos temas de gran complejidad, pero al mismo tiempo quisiera que avanzara más rápidamente", sostuvo Santos, uno de solo dos líderes sudamericanos presentes en la cumbre. El propósito del gobierno es "convencer a la contraparte de acelerar el proceso", enfatizó. Los esfuerzos por conseguir la paz en Colombia recibieron nuevamente el respaldo de la cumbre, y Santos agradeció el gesto. El mandatario colombiano dijo que valora el respaldo de sus colegas de la región y que se da en un momento "oportuno", cuando las negociaciones cumplieron el 18 de octubre un año de instaladas oficialmente en una ceremonia en Oslo, la capital noruega. Los diálogos se trasladaron luego a La Habana. "Las discusiones van por buen camino, hemos avanzado desde la última Cumbre", aseveró. El gobierno de Santos y las FARC adelantan en la capital cubana un proceso de negociación para poner fin al conflicto armado más viejo de la región, aunque ambas partes se recriminan mutuamente por el lento avance de los diálogos sobre una agenda de seis puntos y en la que hasta hoy solo hay acuerdos parciales en primer tema, el de tierras. Durante la cumbre fue aprobado un comunicado propuesto por Argentina sobre los diálogos de paz en que los líderes destacan que el proceso "refleja el deseo del pueblo colombiano, y el de toda la comunidad iberoamericana, de poner fin a un prolongado conflicto interno que ha afectado el desarrollo político, social y económico" de Colombia. Agrega que "valoran los esfuerzos" del presidente Santos "en la búsqueda de la paz por medio del diálogo y la reconciliación; y hacen votos para que las negociaciones concluyan en forma exitosa, en un clima de entendimiento, compromiso y respeto por el Estado de Derecho".