Desabasto en Argentina

BUENOS AIRES, ARGENTINA.- Las rutas siguen cortadas y cada vez hay menos gasolina en los centros de distribución y en las bombas. “La situación en el interior es muy crítica y en los próximos días podría sentirse más en Buenos Aires”, expresó Rosario Sica, de la Federación de Empresarios de Combustibles.

La falta de combustible y la escasez de alimentos dispara los precios de lo poco que va quedando en las góndolas (anaqueles). “El kilo de papas y un pedazo de carne me costó 18 pesos (6 dólares) Es un escándalo. Por lo menos tiene un aumento de 15% en menos de 15 días”, protestó Marta Rubiales, en el supermecado de la Avenida Independencia y Perú, donde los cortes de carne cada vez son menos, en el país de la “mejor carne del mundo”.

Ni el anuncio de una de las agrupaciones de transportistas sobre su decisión de levantar la huelga, ni la advertencia del ministro de Justicia, Aníbal Fernández, en cuanto a que formalizará los pasos para desalojar las rutas cortadas a través de las fuerza pública, interrumpieron ayer la protesta que paraliza buena parte de la actividad del país y mucho menos el desabastecimiento galopante que sufren las ciudades.

Ricardo Di Nuncio, presidente de la Asociación de Transportistas, indicó que sus agremiados comenzarán a transportar granos a los puertos luego de una entrevista con el Secretario de Transporte, Ricardo Jaime. Pero Rubén Agugliaro, de la Confederación Argentina del Transporte Automotor por Carga (Catac), rechazó la posibilidad hasta que el gobierno y el campo se sienten a negociar.

La baja del dólar, la caída de la Bolsa de Valores, la merma de las reservas internacionales en más de 3 mil millones de dólares en los últimos 45 días, no preocupa todavía tanto al hombre de a pie como la falta de harina, que “de no solucionarse, a partir del domingo no podremos hacer pan”, alerta Dionisio Carbone, en la panadería de Arévalo y Costa Rica, en el barrio de Palermo.

“Sólo hay trigo acopiado, pero sin camiones no hay distribución y ahora lo primero será atender el mercado interno para saldar pérdidas y nosotros nada”, se ataja el panadero.

El gobierno se sigue negando en público a bajar las retenciones fiscales a las exportaciones de granos que originaron el conflicto hace 92 días; pero en secreto, y muy por lo bajo, comisionó al secretario General de la CGT, el camionero Hugo Moyano, al ministro de Planificación, Julio De Vido y al propio Jaime para buscar un acercamiento con los huelguistas y las entidades de productores para buscar una solución. El primer resultado positivo lo obtuvo el secretario de Transportes, pero hasta ahora no alcanza.

Una paradoja de la crisis: el gobierno decidió convertir el lunes en día festivo (en lugar del 20 de junio, Día de la Bandera) para promover el turismo. Pero la falta de combustible y la suspensión de servicios generó la cancelación de 40% de las reservaciones en hoteles del país, según Mario Zabaleta, de la Cámara de Empresarios Hoteleros. El síntoma de que la crisis con el campo y el desabasto es sumamente grave la dio la presidenta Cristina Kirchner, quien desistió de pasar el fin de semana en su lujosa casa de fin de semana en la ciudad de El Calafate, donde planeaba celebrar el Día del Padre.