ARIZONA, ESTADOS UNIDOS (07/OCT/2016).- Más de 430 organizaciones defensoras de los derechos humanos se reúnen en la frontera de Arizona con México a partir de hoy y hasta el 10 de octubre para pedir un alto a la militarización de la frontera."La militarización de la frontera no solo se limita a un muro más grande, más cámaras, más drones o más agentes de la Patrulla Fronteriza, también se refiere a cómo poco a poco los Estados Unidos han movido su frontera sur a la frontera de México con Guatemala", dijo Eduardo García, representante de la organización Observatorio de la Escuela de las Américas (SOAW, en ingles)."La crisis humanitaria que se vive en la frontera con México no es muy diferente a la crisis humanitaria que se vive en otras partes del mundo", dijo el activista.La razón por la que se escogió Arizona fue porque esta región ha servido como un "campo de práctica" de las políticas fronterizas-militares de los Estados Unidos. "Arizona también ocupa un punto importante en el cruce y la llegada de migrantes y refugiados y donde cada año se registran cientos de muertes de inmigrantes indocumentados", dijo García.Indicó que la estrategia de militarización de los Estados Unidos se está "expandiendo" a través de Latinoamérica, obligando a los migrantes y refugiados a buscar caminos cada vez más difíciles. "Al final el gobierno federal culpa al 'desierto' de las muertes de los inmigrantes, pero no se habla de toda la maquinaria que obliga a estas personas a tomar estas rutas tan peligrosas", aseguró.En su opinión, la cooperación existente entre los Estados Unidos y México está creando un "embudo" en la región para tratar de evitar que los migrantes puedan llegar hasta la frontera.El encuentro de defensores de los derechos humanos comenzará hoy con una vigilia a las afueras de Centro de Detenciones de Eloy de la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE) el cual se encuentra aproximadamente a una hora al norte de la ciudad de Tucson.El centro, blanco de fuertes críticas por parte de diversas organizaciones, porque en los últimos 12 años se han reportado allí las muertes de 14 inmigrantes indocumentados, varios de ellos por suicidio."Eloy no solamente ha separado familias, pero los separa aun más con cada viaje al 'hoyo' (celdas de aislamiento). Tenemos que terminar con los centros de detención", dijo Francisca Porchas, representante de la organización Puente.El sábado los participantes participarán en una vigilia en Nogales, Sonora (México), en el mismo lugar donde el joven mexicano José Antonio Elena Rodríguez murió hace cuatro años.Elena Rodríguez, de 16 años, falleció a causa de un disparo que un agente de la Patrulla Fronteriza hizo apuntando hacia el lado mexicano.Varios de los proyectiles traspasaron el muro fronterizo y alcanzaron mortalmente al joven, quien, según su familia, caminaba de regreso a su hogar."Este caso nos demuestra el grado de impunidad que se vive en la frontera", dijo Isabel García, directora de la Coalición de los Derechos Humanos de Arizona y quien participara en varios de los eventos programados. "El pueblo estadounidense no sabe que son nuestras propias políticas y la intervención de los Estados Unidos en Latinoamérica en la defensa de sus intereses económicos están provocando la migración indocumentada", aseguró ella.Esta es la primera vez en su historia que SOAW organiza un evento de esta magnitud en la frontera con México.Durante los últimos 26 años SOA Watch ha llevado a cabo vigilias y trabajado para cerrar la Escuela de las Américas (SOA) del ejército de los Estados Unidos que actualmente opera en la ciudad de Columbus (Georgia).La escuela, ahora llamada Instituto del Hemisferio Occidental para la Cooperación en Seguridad, operó entre 1946 a 1984 en la zona del Canal de Panamá.En esta escuela se graduaron más de 60 mil militares y policías de 23 países latinoamericanos y algunos de ellos han sido señalados por cometer "crímenes en contra de la humanidad". Sus críticos aseguran que en este lugar se han "adiestrado y entrenado" en métodos de tortura, asesinato y represión a sus graduados.