Viernes, 29 de Noviembre 2024
Internacional | Funcionario teme cifra de 10 mil muertos en la prefectura de Miyagi tras sismo

Decretan estado de urgencia en segunda planta nuclear japonesa

La planta Onagawa registró niveles de radiactividad que superaban los autorizados, pese a ello informan que los tres reactores 'están bajo control'

Por: EL INFORMADOR

- Hay miles de desaparecidos en Japón

JAPÓN (13/MAR/2011).-
Las autoridades japonesas decretaron el estado de urgencia en una segunda planta nuclear, la de Onagawa (noreste) también  afectada por el fuerte terremoto del viernes, anunció este domingo la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA).

"Las autoridades japonesas informaron a la AIEA de que el primer estado de  urgencia (el nivel más bajo) en la central de Onagawa fue señalado por la  Tohoku Electric Power Company", explicó la agencia de la ONU, cuya sede está en  Viena.

Los tres reactores de la planta de Onagawa "están bajo control", según las  autoridades japonesas, precisó la AIEA.

En conformidad con la reglamentación japonesa, "la alerta fue declarada  tras niveles de radiactividad registrados que superaban los niveles autorizados en la zona cercana a la central", explicó la AIEA.

"Las autoridades japonesas tratan de determinar cuál es la fuente de las radiaciones", añadió la agencia.

Este domingo, el primer ministro japonés, Naoto Kan, reconoció que la  situación en la planta nuclear de Fukushima Nº1 sigue siendo grave. Horas  antes, el gobierno admitió que pudo haberse desencadenado un proceso de fusión  de los núcleos de los reactores 1 y 3 de la central Fukushima 1 (a 250 km al  noreste de Tokio).

La fusión se produce a causa del recalentamiento de las barras de  combustible, que empiezan a derretirse como una vela.

En el reactor número 1, el sábado se produjo una explosión que mató a un  técnico e hirió a once.
 
Por otra parte, el número de muertos por el terremoto y el tsunami en Japón podría rebasar los 10 mil tan sólo en una prefectura, dijo el domingo un funcionario, mientras millones de sobrevivientes carecían de agua potable, electricidad y alimentos en la devastada costa nororiental.

El primer ministro Naoto Kan consideró que este desastre constituye el mayor desafío que ha enfrentado la nación desde la Segunda Guerra Mundial. Y la situación parecía cada vez más complicada para muchos japoneses.

"Esta es la peor crisis de Japón desde que concluyó la guerra hace 65 años", dijo Kan, en declaraciones transmitidas por la televisión. Añadió que el futuro de Japón se decidirá por la respuesta que pueda darse a esta crisis y convocó a los japoneses a unirse en su determinación de reconstruir el país.

Aunque el gobierno elevó a 100 mil el número de soldados desplegados en las operaciones de ayuda, pareció abrumado por lo que está resultando ser un desastre triple: el sismo y el tsunami del viernes dañaron dos reactores nucleares en una planta en la costa, y al menos en uno de ellos parecía estar ocurriendo una fusión parcial del núcleo, causando temores de un escape radiactivo.

Por si eso fuera poco, las temperaturas comenzaron a descender a cerca del punto de congelación, lo que agravó las penurias de los sobrevivientes en una franja de cientos de kilómetros de la costa nororiental azotada por el tsunami que llevó el agua tierra adentro. Las cuadrillas de rescate seguían sacando cadáveres de entre los restos enlodados de las casas, árboles arrancados, vehículos aplastados y cables eléctricos enredados.

En tanto, los sobrevivientes buscaban cualquier cosa de valor entre las ruinas.

En Rikusentakata, una ciudad portuaria de unos 20 mil habitantes, prácticamente borrada del mapa por el tsunami, Etsuko Koyama escapó de las aguas cuando corrió a toda prisa al tercer piso de su casa. Sin embargo, soltó la mano de su hija, quien sigue desaparecida.

"No he perdido la esperanza", dijo Koyama a la televisora pública NHK, mientras se secaba las lágrimas. "Me salvé pero no pude salvar a mi hija".

Al sur, en la prefectura (estado) de Miyagi, el jefe policial dijo a una junta de funcionarios de asistencia y manejo de desastres que su estimado de muertos es de más de 10 mil, dijo a The Associated Press el vocero de la policía, Go Sugawara. Miyagi tiene una población de 2,3 millones de habitantes y es una de las tres prefecturas más golpeadas por el cataclismo del viernes.

Sólo 379 muertes se han confirmado oficialmente en Miyagi.

De acuerdo con las autoridades, perecieron al menos mil 200 personas, incluidas 200 cuyos cadáveres fueron hallados el domingo en la costa. Otras 739 estaban desaparecidas.

Para Japón, una de las mayores economías del mundo, con una infraestructura ultramoderna, los desastres convirtieron en algo muy difícil la vida cotidiana.

Cientos de miles de sobrevivientes hambrientos se aglomeraron en centros de atención de emergencias, sin electricidad ni personal que prestara ayuda. Al menos 1,4 millones de viviendas carece de agua desde que ocurrió el terremoto, y unos 1,9 millones de viviendas carecían de suministro eléctrico.

La empresa Tokyo Electric Power informó que racionará la electricidad, con apagones escalonados en partes de Tokio y otras ciudades japonesas.

Los apagones, de unas tres horas cada uno, comenzarán el lunes. Buscan mitigar la escasez de electricidad, después que algunas plantas nucleares quedaron inoperables por el tsunami en el noreste.

El ministro de comercio Banri Kaieda dijo el domingo que el servicio eléctrico espera una caída de 25% en la capacidad de generación. Las autoridades y ejecutivos del ramo pidieron comprensión y apoyo de parte de los japoneses.

El primer ministro dijo que la electricidad tardará días en restablecerse. Añadió que el gobierno ha enviado 120 mil frazadas, 120 mil botellas de agua y 110 mil litros de gasolina, además de alimentos, a las zonas afectadas..
 
La crisis nuclear presentó nuevas preocupaciones para los sobrevivientes del sismo y el tsunami, que azotó con fuerza y velocidad aterradoras, arrasando con todo a su paso.

Un reactor de una planta nuclear estaba ya posiblemente en proceso de fusión parcial, dijo un alto funcionario, al tiempo que los operadores realizaban esfuerzos desesperados por mantener baja la temperatura en otras unidades del mismo complejo y evitar un empeoramiento del problema.

El secretario del Gabinete, Yukio Edano, dijo el domingo que podría ocurrir una explosión de hidrógeno en la Unidad 3 de la estación nuclear de Dai-ichi en Fukushima, donde se encuentra el reactor que podría estar fundiéndose. El sábado hubo un estallido en la Unidad 1 de la misma planta, y los operadores intentaron evitar la fusión del reactor introduciendo agua de mar.

"A riesgo de aumentar más la preocupación de la población, no podemos descartar la posibilidad de una explosión", indicó Edano. "Si hay una explosión, sin embargo, no habría un impacto significativo en la salud humana".

Con información de AFP y AP

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