Martes, 26 de Noviembre 2024
Internacional | El “Phoenix” tocará la superficie de Marte durante 7 minutos.

De suspenso, “Phoenix” se posa hoy en Marte

La nave demorará siete minutos en tocar la superficie, pero la señal de confirmación tardará un cuarto de hora

Por: EL INFORMADOR

Lo llaman los “siete minutos de terror”. El “Phoenix” tocará la superficie de Marte durante este lapso, y dejará en suspenso al equipo en la Tierra por otros 15 más.

Si la velocidad de la luz fuera infinita y no limitada a los 300 mil kilómetros por segundo, las instalaciones de la Universidad de Arizona, en Tucson, responsables del control de la misión, se enterarían de inmediato cuando el descenso hubiera terminado, pero Marte está tan lejos que aun a la luz le toma 15 minutos llegar desde el planeta rojo vecino a la Tierra.

Las cosas, sin embargo, estarían lejos de terminar ahí. Por primera vez una universidad pública se hace responsable del control de la llegada de una misión interplanetaria.

Dicho control siempre corre a cargo, en el caso de la Administración Nacional del Espacio Aéreo (NASA, por sus siglas en inglés) del Laboratorio de Propulsión a Chorro, en California.

En esta ocasión, empero, será el Centro de Operaciones Espaciales de “Phoenix” (SOC, en inglés) que cargue con la responsabilidad.

Y es que en lo que toca a la estadística fría, se trata literalmente de un volado.

Marte ha sido un punto especialmente conflictivo para el arribo de misiones desde la década del 70 cuando, únicamente, 55% de las misiones han logrado posar sobre él.

“Hacer descender una nave sin percances en Marte es difícil (...) debido a los numerosos riesgos e incertidumbres”, explica Edward Weiler, administrador asociado para la ciencia de la NASA.

“Phoenix” (Fénix en español) como su nombre lo indica, es el renacimiento de una misión que fracasó: El “Mars Polar Lander”, en 1999. Sobre sus cenizas revive esta nueva versión, destinada a buscar vida entre los materiales químicos en un sitio llamado “Vastitas Boreales”, situado en el polo marciano.

“Phoenix” no busca sólo estudiar posible vida en el ártico, sino también determinar si esta región es habitable para futuras exploraciones habitables, explica Peter Smith, líder científico de la misión.

Se refiere a las moléculas de carbón e hidrógeno, piezas fundamentales para la vida; ello permitiría no sólo construir una base para determinar si la vida en ese mundo es posible, sino incluso comprobar si la hubo en algún momento.

Para ello se le ha instalado un brazo articulado de 2.35 metros, capaz de cavar hasta un metro en el hielo a temperaturas de entre –73 y –33 grados Celsius.

Hoy, 25 de mayo, a las 16:31 horas del Centro de México, “Phoenix” comenzará su procedimiento de descenso por aerobreaking, luego de recorrer 679 millones de kilómetros. En ese preciso momento comenzarán los “siete minutos de terror.”

Ficha Técnica
Sofisticada tecnología

A pesar del éxito de distintas misiones de rovers (vagabundos, en español) enviados a Marte, la decisión de hacer al “Phoenix” un lander (buscador en tierra) fijo estribó en una sencilla razón: a diferencia de los rovers, los cuales debían buscar agua, el “Phoenix” sabe dónde encontrarla: debajo de él. Para ello, se le ha integrado un brazo robótico de dos metros y 35 centímetros, capaz de escarbar un metro en el hielo.

El lander cuenta con un diámetro de 1.50 metros y un grosor de 5.52. Igual que las misiones “Vikingo” de los años 70, el “Phoenix” incluye un pequeño laboratorio para el estudio de probables formas de vida, cuya tecnología, no obstante, procuraría dar respuestas de menor ambigüedad a aquellas cedidas por los “Vikingos”. En resumen, “Phoenix” deberá ser capaz de informar si el ártico marciano contiene vida, cuál ha sido la historia del agua en el sitio de descenso y cómo el clima de Marte ha sido afectado por la dinámica polar.

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